Pareja. En la víspera de las fiestas patrias de 1995, el magistrado del Tribunal Electoral Eduardo Valdés y su esposa, Irene Perurena, coincidieron en Ginebra, Suiza. Ambos –de manera individual– estaban en "misión oficial". El primero solicitó 4 mil 480 dólares a Pérez Balladares, para financió los gastos del viaje. Fue primero a París –para conocer sobre la producción de la cédula de identidad– y después a Ginebra, donde visitó las oficinas del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos "para acelerar negociaciones" de una donación de 2.8 millones de dólares. El viaje fue del 27 de octubre al 8 de noviembre de 1995. No fue el único en hacer maletas. A la Presidencia también llegó en esos días una solicitud de Irene Perurena para gestionar viáticos a fin de hacer un "viaje oficial", nada menos que a Ginebra. Iba a gestionar –entre el 27 de octubre y el 3 de noviembre de 1995– otra donación con Naciones Unidas. Perurena solicitó que los "viáticos" –2 mil dólares– se le entregaran antes del 27 de octubre, pues ese día –al igual que Valdés– se embarcaría hacia Europa.
DINERO A DISCRECIóN
Malditas coincidencias
24 jun 2005 - 05:00 AM
