Después de las muertes de Pedro Antonio Marín, alias Manuel Marulanda o Tirofijo y de Raúl Reyes, el jefe guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que sigue en la mira de los fusiles del Ejército colombiano es el temido Víctor Julio Suárez Rojas, alias Mono Jojoy.
Las acusaciones que pesan sobre él son tan frondosas como la selva que le sirve de refugio. El Gobierno colombiano lo responsabiliza del asesinato y secuestro de personalidades políticas, entre ellas Íngrid Betancourt, aspirante presidencial para el período 2002-2006.
Mono Jojoy nació el 5 de febrero de 1953 en Caquetá, Cundinamarca, Colombia.
Desde 1975 se ha dedicado a cargar y descargar su mortal metralleta por esas selvas colombianas. Es comandante del Bloque Oriental y el Gobierno colombiano le tiene puesta una etiqueta de “rebelión y terrorismo”.
El Mono Jojoy tiene bien ganada la fama de hombre rudo, que no se anda por las ramas. Pertenece al secretariado de las FARC.
Informes de inteligencia revelados en 2008 por el Gobierno colombiano (y divulgados en la enciclopedia digital Wikipedia), relatan que cinco hombres de su confianza trataron de matarlo, pero antes de cualquier desenlace en su contra, mató a dos, hirió a dos y otro escapó para entregarse al plan de protección de testigos de la Fiscalía. Sobre él pesan 16 órdenes de captura por una acuarela de delitos.
