El subadministrador de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), Carlos Raúl Moreno, quien renunció a su cargo este miércoles, “tenía su propia agenda dentro de la institución y le hizo mucho daño”.
Estas fueron las palabras que utilizó ayer Carlos Ernesto González de la Lastra, ex secretario general de la AMP, al referirse a Moreno con quien tuvo diferencias que también lo llevaron a renunciar del cargo.
El propio Moreno expone en su carta de renuncia que después de haber negociado los términos de los contratos Atlantic Pacific S.A. y Decal, y el nuevo proyecto de bunker en isla Melones, no hay interés para la institución que él continúe en el cargo.
Igualmente, Encarnación Samaniego confirmó ayer que su renuncia como director de Puerto e Industrias Marítima Auxiliares de la AMP se debió a discrepancias con Moreno.
“Teníamos enfoques distintos sobre la estrategia marítima y en los procedimientos”, dijo Samaniego.
Moreno aceptó ayer que en sus declaraciones del miércoles dijo que en los consulados se han dado problemas de doble facturación por el abanderamiento de naves y que además mencionó las oficinas de Tokio y Grecia, sin dar nombres de responsables.
“Panamá es muy chico, y todos sabemos nuestros antecedentes y quiénes somos. No se puede tapar el sol con las manos. Ellos también tenían su propia agenda. Yo también tengo muchas cosas que hablar de ellos”, respondió Moreno a las críticas de sus ex compañeros.
Concesiones de Torrijos y Figali
Carlos Raúl Moreno, subadministrador saliente de la AMP, también defendió la concesión de Caribbean Pilots Services, propiedad de Hugo Torrijos, asesor presidencial en asuntos marítimos. Dijo que esta decisión terminó con el monopolio de la actividad de pilotaje. “A cualquiera que presente su solicitud y llene todos los requisitos se le dará la licencia”, dijo Moreno tras reiterar que no representa los intereses de Torrijos dentro de la AMP, cargo que abandonará el próximo martes.
Moreno también tuvo participación en el trámite de la marina del Grupo F. en la calzada de Amador. En 2007, Moreno fue quien llevó a la junta directiva la solicitud del Grupo F. para que se le otorgara concesión de relleno de mar para siete hectáreas adicionales. Esto, aprovechando que Rubén Arosemena estaba de licencia en la institución.
