Antonio Navarro, funcionario de la Corte Suprema de Justicia desde hace 15 años y quien se desempeñaba como escolta de la presidenta de la entidad, Graciela Dixon, murió ayer en la mañana tras ser arrollado frente a Plaza Edison.
Una nota de la Corte indica que el hecho ocurrió a las 5:00 a.m., cuando Navarro se disponía a abordar un taxi y este fue chocado por un Toyota Yaris, cuyo chofer perdió el control. En sus 15 años de servicio, Navarro brindó seguridad a los magistrados, y ayer, casualmente, ingresaba a la planilla de la entidad como permanente, con un aumento salarial gestionado por Dixon.
Ex compañeros de trabajo recordaron que en una ocasión Navarro le salvó la vida a la magistrada Aidelena Pereira, en un ataque a tiros del cual fue víctima a comienzos de la década de 1990.

