Nuevas evidencias podrían conducir a las autoridades a resolver en breve el asesinato de Damaris Mendoza, la jubilada de la antigua Zona del Canal cuyo cadáver fue hallado la madrugada del 14 de junio de 2006, totalmente quemado, dentro de un vehículo, en la parte baja del Puente de las Américas, en la vía que conduce a Veracruz. Pero el tiempo avanza y el plazo que tiene el Ministerio Público (MP) para concluir las sumarias vence en tres meses.
Según fuentes del MP, el expediente de este caso pasó por las manos de cuatro fiscales en un año, y en junio de 2007 llegó finalmente a la Fiscalía Tercera Superior, cuyo titular, Óscar Araúz, tuvo que pedir una prórroga ante el Segundo Tribunal Superior de Justicia para proseguir con la investigación. Dicha petición fue concedida en octubre del mismo año, pero, como se dijo, vence en abril próximo.
Para sustentar la prórroga, el fiscal presentó una serie de indicios que, según él, conducirían a la identificación de los asesinos y por consiguiente al esclarecimiento del caso.
Aunque esos indicios no fueron revelados, un informe elaborado por la propia fiscalía da cuenta de una importante pista: que se remitieron copias de las sumarias a las fiscalías de Adolescentes, pues, según las nuevas evidencias, entre los responsables del crimen estaría un menor de edad.
Todo por dinero
Hasta ahora, lo único que parece tener claro el MP es la hipótesis del robo como móvil del asesinato, el robo de un cuarto de millón de dólares en efectivo, de joyas y pagarés que la víctima guardaba en su caja fuerte y que tras su muerte ya no estaban allí.
La teoría se refuerza con el testimonio de la doméstica de Mendoza, quien declaró que en la casa de la víctima "había cosas movidas de su lugar", en especial en el armario donde estaba la caja fuerte.
Por otro lado, el fiscal recibió información anónima sobre la identidad de los involucrados, pero ahora esos datos no han podido ser confirmados.
Los hechos
Mendoza, quien se dedicaba a prestar dinero con ganancias por intereses, tenía 60 años cuando fue asesinada. El dictamen de Medicina Legal reveló que la mujer fue estrangulada antes de ser quemada.
La última vez que se la vio con vida fue la noche del 13 de junio de 2006, cuando asistió a una fiesta en Costa del Este y luego se retiró a su domicilio en San Francisco, donde vivía sola.
Su cuerpo yacía dentro de un Nissan XTrail, placa 282863, cuando fue hallado por transeúntes. De eso han transcurrido ya 19 meses.
La pista ‘clave’ que condujo a una calle sin salida
Al comienzo de las pesquisas del caso, peritos de la PTJ descubrieron una pista que, en teoría, podía llevarlos al rápido esclarecimiento del caso. Pero no fue así.
El cuerpo carbonizado de Mendoza expedía un raro olor, que luego se determinó pertenecía a un combustible similar al usado para volar aviones en miniatura.
Los investigadores pensaron que ese hecho les permitiría reducir el margen de búsqueda de los asesinos, pero al final los condujo a una calle sin salida.
El crimen de Mendoza ha sido considerado como uno de los más violentos ocurridos en Panamá en la historia reciente, solo comparable con el caso de Hugo Spadafora, decapitado en 1985; del empresario japonés Takachi Ota, secuestrado, asesinado y su cadáver quemado en 1992; y el de Amparo Morales, en 1995, cuyo cadáver fue mutilado y luego sus restos hervidos por los victimarios.
CRONOLOGÍA DEL SUCESO
13 DE JUNIO 2006:Mendoza asiste a una fiesta en Costa del Este, y en la noche se dirige a su casa en San Francisco.
14 DE JUNIO 2006: La víctima es sometida y estrangulada. Luego, su cuerpo es quemado.
15 DE JUNIO 2006: La PTJ descubre que los asesinos se robaron la caja fuerte de la víctima.
20 DE AGOSTO 2006: La Fiscalía Auxiliar remite el expediente, sin detenidos, y de allí el caso pasa por cuatro despachos de instrucción.
22 DE JUNIO 2007: El Ministerio Público solicita una prórroga para extender las investigaciones.
OCTUBRE 2007: El Segundo Tribunal de Justicia autoriza la prórroga a la Fiscalía Tercera Superior.
