Ivonne Rodríguezpanorama@prensa.com El viejo Hospital Santo Tomás, inaugurado en 1924 frente a 4 mil personas, admirado por su estilo neoclásico, amplios jardines y cómodos recintos, que le merecieron el reconocimiento de ser uno de los más grandes hospitales del continente, tardará en recuperar su belleza.
Solo se sabe que los primeros trabajos de restauración se harán en una sección de la planta baja del edificio -conocido como "el elefante blanco"- donde se instalaría una biblioteca médica especializada.
Así fue propuesto a la Dirección Nacional de Patrimonio Histórico del Instituto Nacional de Cultura (Inac), por el director médico del Hospital Santo Tomás, Gerardo Victoria, funcionarios de Casa Cor (empresa brasileña con oficinas en Panamá) y el Departamento de Arquitectura e Ingeniería del Ministerio de Salud.
Irwin Solórzano, jefe de Conservación y Restauración de Bienes Culturales del Inac y quien participó en la reunión en la que se planteó el asunto, indicó que los funcionarios hablaron de unos trabajos iniciales que incluirían, además de la biblioteca, la restauración del jardín, pintura del edificio, decoración por parte de Casa Cor y arreglo de techos. Todo tendría un costo cercano a los 11 millones de dólares.
Solórzano afirmó que luego seguirán con las siguientes etapas. "Este fue un primer encuentro. Imagino que vendrán otros que se concretarán en la presentación de un proyecto formal", agregó el funcionario.
En esa conversación, el Departamento de Arquitectura e Ingeniería dio a conocer un documento con los problemas que tendrán que arreglar en la primera fase: filtraciones en paredes y techos, y daños en el sistema eléctrico. Más adelante, según Solórzano, se quiere intervenir la segunda parte de la planta baja del Hospital para montar un museo que preserve múltiples instrumentos médicos que están en desuso.
El proceso y los cuidados
Basta repasar la historia para confirmar la importancia del hospital y de sus jardines, declarados monumento histórico en 1986. Por él ha pasado parte de la vida de este país: allí se formaron varias generaciones de médicos y enfermeras. Fue el hospital que atendió a las víctimas de la invasión estadounidense a Panamá el 20 de diciembre de 1989. Aún perdura el recuerdo del padre Florencio Valtierra, el capellán que en 1940 llegó a la institución para hacer procesiones, novenas y dar culto a Santo Tomás.
El antiguo edificio, del que en 1949 partió la Gran Misión Médica Panameña hacia Ecuador para socorrer a las víctimas de un terremoto, pide atención. Sus instalaciones, ahora viejas, manchadas y de cuya blancura solo queda el recuerdo del "elefante blanco" necesitan preservarse antes de que los problemas crezcan.
Domingo Varela, director nacional de Patrimonio, enfatizó en que para preservar un monumento como éste es necesario no tumbar o añadir paredes, ni cambiar de forma drástica las alturas de techo y pisos, tampoco aplicarle intervenciones irreversibles, dar un debido uso al lugar y tener en cuenta su entorno inmediato.
Por eso, cualquier propuesta de cambio que requiera deberá pasar por la Dirección Nacional de Patrimonio.
Con el visto bueno, el proyecto de restauración pasará por otras instancias como Ingeniería Municipal, bomberos y seguridad. Lo que significa que el proceso de revisión del proyecto duraría unos seis meses como mínimo, sin contar la confección de los planos, que tomaría casi un año. La restauración se ve lejana.
Para saber
El viejo hospital de principios del siglo XX ya no podía con la demanda de cupos y servicios. Por esto se invirtieron 70 millones de dólares en la construcción de cuatro nuevos edificios que fueron puestos en funcionamiento en 2002.
Desde entonces, en la instalación antigua solo operan las oficinas de trabajo social, transporte, archivos y las asociaciones de Médicos Internos y Médicos Especialistas.
La historia aún no tiene claro quién fue el constructor de la antigua mole, que para 1924 fue inaugurada por el tres veces presidente Belisario Porras. Las memorias de la Colección Porras dan crédito al arquitecto Villanueva Meyer, mientras que otros documentos señalan que fue JC Wright, quien además participó de la construcción de la casa del Presidente.
El historiador José María Angulo manifestó que es curioso que La Exposición, como se le conoce al lugar donde está ubicado el hospital, es en realidad el barrio Porras, denominado así en homenaje al político, a partir de la Ley 107 de 1943.
ASÍ SUCEDIERON LOS HECHOS
1986:Se declara monumento histórico al Hospital Santo Tomás y a sus jardines.
2002:Dada la demanda del servicio y el crecimiento de la población, se construyeron nuevos edificios alrededor de la antigua edificación.
JUNIO de 2006:La Dirección Médica, el Ministerio de Salud y una empresa brasilera hablan con Patrimonio Histórico para proponer la remodelación de la edificación.
LA NOTICIA EN RESUMEN
EN SILENCIO. La Dirección Médica del Hospital aún no ha dado información oficial sobre la remodelación de la edificación. Raquel Méndez, jefe de Información y Relaciones Públicas del Hospital, manifestó que hay un plan futuro para restaurarlo: "Hablamos con el Inac para hacer una remodelación y restauración, pero por ahora no hay nada específico". En la última conversación sostenida, Méndez expresó que ayer tendrían una nueva reunión.

