Antonio Saldaña fue uno los pocos perredistas que en 2002 adversaron la llamada nómina de consenso liderada por el hoy presidente de la República, Martín Torrijos. La nómina se impuso en ocho de los nueve cargos del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), durante el VII Congreso Nacional del Partido Revolucionario Democrático (PRD) celebrado el 18 de agosto.
Únicamente el hoy ministro de Trabajo, Reynaldo Rivera, rompió el consenso al vencer al abogado Mario Velásquez Chizmar, recomendado por Torrijos. Saldaña obtuvo 140 votos, mientras Hugo Guiraud logró la presidencia del partido con 2 mil 727. Pero Saldaña sigue ahí.
En 2007 se escogerá a los nuevos delegados del partido, que pueden renovar su dirigencia. Y desde ahora, este crítico de la administración Torrijos se prepara a través del Frente Democrático Torrijista. Saldaña ha estudiado economía, ha administrado empresas y ha sido relacionista público. Hoy está desempleado y no cesa de disparar.
–¿Cómo evalúa la gestión del gobierno del PRD-PP?
– Nuestra democracia es presidencialista. El peso de las decisiones lo lleva el Presidente. Los errores por él reconocidos corresponden a una decisión personal, no a las del partido... además, los gobiernos post invasión tienen un problema histórico: no han tenido un proyecto de nación. Ese es el déficit... Los únicos estadistas que en este país han tenido un proyecto de nación son Belisario Porras, Arnulfo Arias y Omar Torrijos. El proyecto del último era la liberación nacional... le preocupaba más la soberanía que la democracia. Este gobierno no cuenta con un plan nacional de desarrollo y en su agenda prevalecen los intereses de grupos sobre los de las mayorías.
–¿Ejemplos?
– Las reformas constitucionales, las fiscales y las del Seguro Social, que corresponden al interés de la cúpula PRD-PP de sanear las finanzas públicas para lograr los préstamos para hacer los negociados relacionados con la ampliación del Canal.
–¿Se opone a la ampliación?
–No es una oposición porque sí. El tema debe ser discutido ampliamente y se debe sustentar la millonaria inversión.
–¿Crece el descontento en el PRD?
–Sí, pero en el PRD hay más adhesión ideológica, independientemente de los fenómenos transitorios de dirección. Percibo descontento, pero no desbandada.
–¿El CEN de Ernesto Pérez Balladares era mejor que el de Torrijos?
–A pesar de que el gobierno de Pérez Balladares incorporó otros sectores políticos a su gobierno, el partido tuvo mucho más vigencia.
–¿El PRD histórico no está gobernando?
– Ni el histórico ni el PRD como estructura. Gobierna una cúpula del PRD-PP. Las últimas decisiones no se consultaron con el partido.
–¿Cuál es su concepción de la democracia?
–Vivimos una nueva situación. Tenemos que reconocer, como antecedente, que el 11 de octubre de 1968 hubo un golpe militar que devino en una democracia sui géneris de participación popular, que estableció la institucionalidad a través de la Constitución de 1972. Hubo desarrollo económico y social. Aquella era una democracia indirecta, porque los partidos políticos fueron suspendidos. En esta segunda fase nos tenemos que apegar a las reglas del juego de un estado de derecho. Tenemos que dar un salto a la democracia..., pero no a la "gamonal neoliberal" que tenemos. La decisión histórica y estratégica de ampliar el Canal puede ser el salto hacia el primer mundo, pero solo se puede hacer basada en la más amplia consulta. Aquí ya nos pusimos de acuerdo con el tratado Torrijos-Carter y con la eliminación del ejército en la Constitución.
–¿Cómo evalúa la política exterior del gobierno?
– Debe estar basada en la neutralidad del país, la paz y la convivencia pacífica. No nos podemos alinear con grupos guerreristas. No se trata solo de la patria doméstica... el proyecto de nación también implica las relaciones internacionales.
