Camilo Puente y Rubén Darío Peñaloza tienen algo en común. Ambos trabajaron por años para patronos que no se preocuparon por pagar a la Caja de Seguro Social (CSS) la cuota obrero patronal que les descontaban puntualmente todas las quincenas.
El caso de Puente se destapó el año pasado, cuando pretendía tramitar su jubilación.
“Las funcionarias de la CSS me desayunaron con que yo no tenía mis cuotas completas, porque la imprenta Digital View, para la que yo había laborado por varios años en los años 80, quebró estando morosa. Me dijeron que tenía que pagar como mínimo 24 cuotas para tener acceso a mi jubilación, y digo yo, de dónde se saca la plata para hacerlo”.
Mientras Puente, aún no resuelve su caso, Darío Peñaloza trata de huir de los agiotistas, a los que recurrió cuando sufrió un accidente de trabajo que lo dejó inactivo por seis meses.
“La CSS no me ofrece atención porque mi empresa está morosa, y cada vez que mi esposa trata de acercarse a los jefes de la empresa para que se hagan responsables de lo que generó mi hospitalización en el Santo Tomás, le dan vueltas e, incluso, insinuaron que la presión que ejercíamos podía costarme el puesto laboral”, manifestó el trabajador.
Peñaloza no ha podido cobrar ni un centavo de lo que le correspondía de sus prestaciones económicas, y durante todo el tiempo que ha estado cesante, ha tenido que resolver las necesidades de su familia pidiendo prestado.
Ellos son solo dos ejemplos de las miles de personas que son víctimas de los patronos morosos de la CSS.
MORA MILLONARIA
Para el director nacional de Ingreso de la CSS, Eduardo Carrasquilla, la situación es crítica.
En la actualidad, la CSS maneja una cartera morosa activa de 75 millones de dólares, de los cuales, 32 millones han sido declarados incobrables porque las empresas han desaparecido.
Mientras, en los nueve juzgados ejecutores del país hay unos 20 mil expedientes de empresas a las que se les ha iniciado un proceso de secuestro porque mantienen deudas altas y nunca han acordado un arreglo de pago con la entidad.
En las fiscalías anticorrupción, por su parte, se está denunciando, por mes, a entre 25 y 30 empleadores por la retención indebida de las cuotas obrero patronales, es decir, le descuentan el dinero al trabajador, pero no lo reportan a la CSS.
“El representante legal de estas empresas es el que queda en problemas porque, según la ley, es el que debe responder por estos delitos que conllevan penas de cuatro a seis años en prisión”, sustentó el funcionario.
DOS EJES PROBLEMÁTICOS
El tema de la morosidad patronal impacta a los trabajadores en dos vías, según explica Eduardo Carrasquilla: En las prestaciones de salud y en las prestaciones económicas.
Indicó que el artículo 127 de la Ley 51 Orgánica de la CSS establece que la entidad debe prestarle atención médica –por enfermedad común– a todo asegurado aunque su patrono esté moroso.
Luego, la CSS le emite un pase de atención médica a la empresa para que, por lo menos, cubra los gastos de ese trabajador.
“Es un arma de doble filo para la CSS. Hay veces que cubrimos todos los gastos de atención de una persona por meses, y cuando vamos a cobrarle a la empresa, resulta que no tiene liquidez o simplemente quebró sin que pudiéramos cobrarle nada”, explicó.
En este sentido, detalló que mensualmente la Caja invierte mucho más de 30 mil dólares al mes en pacientes de patronos morosos.
Esto, si se toma en cuenta que cada mes la entidad emite entre 200 y 250 pases de atención médica a diferentes empresas, y que cada paciente en esta condición le cuesta a la CSS –como mínimo– 120 dólares. Pero la mayoría cuesta más que eso.
En tanto, Francisco Díaz Mérida, de la Asociación Nacional de Profesionales de la Seguridad y Salud Ocupacional, argumentó que la ley 51 tiene varias fallas.
Primero, solo cubre al trabajador con enfermedad común, pero este, con todo y sus malestares, debe realizar todo tipo de papeleos para demostrar que tiene derecho a ser atendido.
“No tienen ficha. Antes de que puedan demostrar nada son pasados por mil trabas, y esto no lo aguanta alguien que está enfermo”, apuntó.
Por otro lado, no cubre a los empleados que son clasificados como en riesgo profesional porque han sufrido un accidente en sus puestos de trabajo o su estado de salud ha empeorado por las condiciones del empleo.
El panorama de las prestaciones económicas es aún más delicado.
Indicó Carrasquilla que la Caja no autoriza las compensaciones económicas del trabajador por invalidez, vejez o muerte, ni por enfermedad ni maternidad, si el patrono no tiene un arreglo de pago con la entidad de salud
“Si la empresa tiene un arreglo de pago, se le permite que aporte individualmente las cuotas pendientes del trabajador que necesita cobertura en esos aspectos. El problema es que hay empresas que tienen moras tan altas, que no pueden cubrir el porcentaje que se les exige”, recalcó Carrasquilla.
SOLUCIÓN PARCIAL
Según Francisco Díaz Mérida, urge hacer una resolución de junta directiva para salvaguardar al trabajador y las arcas de la CSS.
Este documento establecería que el trabajador que aparezca en el sistema de la CSS como afiliado, aunque su patrono esté moroso debe recibir atención médica de forma inmediata.
Por otra parte, Díaz Mérida asegura que se debe regular el sistema de cobro a las empresas, para no dar cabida a que puedan evadir la responsabilidad económica que tienen con sus trabajadores.
“Modificar las leyes tomará mucho tiempo; es necesario establecer medidas parciales inmediatas, porque mucha gente está en esta situación y no tiene respaldo de la CSS, ni mucho menos del patrono”, apuntó.
