El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha arriesgado su popularidad política al convertir el rescate de 33 mineros en una batalla personal. Cuando tras 18 días de búsqueda se supo que estos trabajadores de la mina estaban vivos, el mandatario se comprometió ante la opinión pública a que estos hombres pasarían las navidades y Año Nuevo junto a sus familias en sus casas.
A partir de ahí, puso todos los medios disponibles para llevar a cabo un espectacular rescate. Estos 33 hombres se encuentran a 700 metros de profundidad. La odisea comenzó cuando el 5 de agosto se produjo un desplome en el interior de la Mina San José, situada a 800 kilómetros de Santiago de Chile.
