No solo las organizaciones femeninas han cuestionado la designación de Liborio García como defensor del Pueblo.
La primera dama, Vivian Fernández de Torrijos, manifestó que "la violencia doméstica no es un asunto privado... y en este tipo de problemas el gobierno sí se va a meter".
Por su parte, el presidente, Martín Torrijos, dijo ayer que no juzgará ni pedirá a García que desista de ocupar el cargo a causa de las críticas de las mujeres organizadas por haber sido acusado formalmente de violencia contra su esposa.
En su discurso de toma de posesión el 1 de septiembre de 2004, Torrijos prometió que una de las cosas que iba a cambiar en su gobierno sería la actitud frente a la violencia doméstica. De hecho, el Ministerio de Desarrollo Social adelanta una campaña en la que se cuestiona el criterio de que en las peleas de marido y mujer el resto no se debe meter.
Ante la presión de las mujeres para que García renuncie, la respuesta del ombudsman electo ha sido ofrecer un puesto a las mujeres en la Defensoría. A través de una carta dirigida a la presidenta de la Comisión de la Mujer de la Asamblea, Maricruz Padilla, García solicitó a los grupos femeninos que presenten una terna.
Fuentes del Palacio de las Garzas comentaron que al diputado Rogelio Paredes, presidente de la Comisión de Derechos Humanos, se le asignó la tarea de convencer al defensor electo para que renuncie del cargo antes de tomar posesión el próximo lunes.
Paredes ha dicho públicamente que la única forma de sustituir a García es con las dos terceras partes de los votos en la Asamblea, aquel órgano que lo eligió con 48 votos.
En tanto, García reiteró ayer, en una entrevista realizada en RPC Radio, que tomará posesión el próximo lunes 3 de abril a las 3:00 p.m., y que nunca ha considerado renunciar.
