Tres salones: dos pequeños y uno de regular tamaño forman el taller de construcción del colegio Jeptha B. Duncan de la 24 de Diciembre.
Las paredes están recién pintadas y los acondicionadores de aire, que gotean hasta formar charcos en el piso, refrescan el ambiente.
En uno de los dos salones, Jorge Garrido, docente de dibujo técnico, enseña a 22 estudiantes. Lo hace con lo que tiene. En este caso, solo su voz.
El colegio Jeptha B. Duncan es uno de los 22 institutos profesionales y técnicos del país que se han quedado esperando que el Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (Inadeh) los dote de equipo.
"No hay una llave ni un martillo que hayan puesto", dijo el director del plantel, Raúl Velásquez, al referirse a lo que debió invertir el Inadeh.
En este colegio, los docentes del área técnica se sienten irrespetados, porque las instalaciones se han usado para dar diferentes cursos, mientras ellos (personal docente y estudiantil) esperan por un equipo que no llega.
El equipamiento –parte de una inversión de 20 millones– "está en los depósitos", dijo ayer Félix Morales, subdirector del Inadeh.
Morales anunció que desde hoy podrían empezar a entregar los equipos, pero hace falta un compromiso con las comunidades educativas de cuidarlo para evitar actos de vandalismo.
Y mientras los equipos están "guardados", en los institutos Ángel Rubio y Louis Martinz no hay clases y los docentes salieron a las calles a exigir una respuesta. Roberto Camaño, docente de soldadura, del Instituto Profesional y Técnico Louiz Martinz, mostró los talleres donde el Inadeh realizó trabajos de pintura, electricidad y colocó cielo raso.
MÁS QUEJAS
Alexis Barahona, profesor de automecánica, sostuvo que los dos talleres se mojan, porque las obras no incluyeron la reparación del techo. Aquí, al igual que en el Jeptha B. Duncan, los talleres están vacíos, sin electricidad ni equipos. "Yo vi los planos... todo era del primer mundo, pero ahora no estamos ni en el tercero porque no tenemos nada", explicó Camaño.
Agregó además que el Inadeh desmanteló el taller de soldadura y no terminó de repararlo. Luego dijeron que no "estaba incluido".
También en el Instituto Profesional y Técnico Ángel Rubio hay descontento. En este colegio se debían reparar los talleres de mecánica, construcción y electricidad.
Cipriano Martínez, coordinador del departamento vespertino de automecánica, mostró los talleres donde cables eléctricos sin conectar son parte de un panorama sombrío, en el que los docentes retiraron "el viejo equipo" y el nuevo no termina de llegar.







