La amplia literatura que hay sobre el polígrafo, da cuenta de que se trata de un instrumento científico de "gran sensibilidad y precisión, capaz de registrar en forma continua las reacciones fisiológicas que se producen en una persona cuando miente".
Tiene sus antecedentes en la Edad Media, pero fue el investigador estadounidense y catedrático de la Universidad de Hartad William Moulton Marston quien desarrolló en 1915 el primer detector de mentiras, utilizando mediciones de la presión sanguínea. Luego se añadieron mediciones de producción de sudor, del ritmo respiratorio y cardiaco, con lo que surgió el nombre de polígrafo, el cual registra los valores fisiológicos mediante gráficos.La mayoría de los especialistas en poligrafía concuerdan en que la máquina tiene una efectividad de entre 98% y 99% en los resultados, pero aceptan que muchas personas han podido vencer este aparato.
Para estas pruebas se prepara un cuestionario con preguntas irrelevantes, preguntas de control y preguntas relevantes. La primera debe ser una pregunta "irrelevante" y la última una "relevante".
Las preguntas de control permiten que se desarrolle la reacción en las próximas preguntas específicas y que el examinado retorne a su nivel fisiológico.
