El diputado colonense Nelson Jackson llevó hace poco por su circuito –que comprende Portobelo y Palmas Bellas– dos nuevas ambulancias, valoradas en 280 mil dólares. Con él estaba el director regional de Salud.
Hasta febrero pasado, habría sido impensable que Jackson contara con los contactos y recursos para hacer semejante donación. Pero desde que hace un mes abandonó el opositor PRD, el partido en el que militó por 15 años, para inscribirse en el oficialista Cambio Democrático (CD) –el colectivo del presidente Ricardo Martinelli–, su suerte cambió.
Jackson es apenas uno de los siete diputados perredistas que en año y medio se han pasado a las filas de CD. Algunos de ellos fundadores del PRD, como Abelardo Antonío (Ver cuadro).
De ninguno de ellos se puede decir que esté peor ahora.
Todos intentan justificar por qué se fueron al partido del Presidente, mientras en el PRD la cúpula denuncia las supuestas dádivas que ofreció el gobierno a sus ex diputados.
La aprobación –en 2010– de una reforma a la ley electoral dificulta que los colectivos políticos procesen a los diputados, concejales y alcaldes que cambien de partido. Esta reforma abrió la puerta al transfuguismo.

