Después de varios años de debate, quejas y discrepancias entre la sociedad civil y las empresas de telecomunicaciones, Panamá ya tiene una norma que regula la ubicación, instalación y operación de torres para antenas de telefonía móvil, troncal y similares.
La regla establece que la distancia mínima para la ubicación e instalación de las torres debe ser de seis metros, medidos desde la base de esta hasta la propiedad colindante. Además, debe estar ubicada sobre un área no menor a 144 metros cuadrados, más el área de la base .
Cuando se van a instalar cerca de hospitales, centros educativos y asilos, la regla cambia. No podrán estar a una distancia menor de 50 metros.
La normativa, que fue elaborada por la Dirección General de Salud Pública en consenso con la Defensoría del Pueblo, dice que las empresas interesadas en instalar el artefacto deberán realizar actividades informativas dirigidas a los ciudadanos que residan en un radio de 100 metros del sitio destinado a la ubicación de la torre.
La estética también ganó espacio en la norma, pues de ahora en adelante, los interesados en instalar las antenas deberán presentar diseños alternativos que vayan cónsonos con el paisaje.
También se consideró un aspecto por el que los ciudadanos habían abogado. A partir de ahora, las empresas interesadas en instalar su tecnología deberán unirse a fin de que en una sola torre se instalen varias antenas de diferentes compañías, con el propósito de evitar la proliferación de estas.
EL DEBATE
Desde su llegada al país en 1997, los celulares han estado en la palestra pública. Una vez la sociedad se acostumbró a su uso y dejó de verlos como uno de los mejores inventos del siglo XX, llegaron las críticas, específicamente por la instalación de las torres para emitir la señal.
Según Manuel Troitiño, director de telecomunicaciones de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (Asep), en el país hay instaladas unas 800 torres para antenas de telefonía móvil, troncal y similares, así como de radio frecuencias, repetidoras y microondas. Al menos 600 de ellas son de celulares.
La cifra no debe sorprender, pues en el país hay 2 millones 391 mil abonados a la telefonía móvil, según Asep. Pero así como sucede en España, Italia, Chile y Argentina, entre otros países, a mayor número de celulares, aumentan las quejas por la instalación de las torres.
A la Defensoría del Pueblo, por ejemplo, han llegado en los últimos meses unas 20 quejas por el tema. María Icela Meléndez, directora de asuntos ecológicos de esta institución, y su equipo, han recorrido el país para conocer los casos de los ciudadanos que se sienten afectados. Incluso, colaboraron con las investigaciones para la norma.
Por eso, Meléndez celebra ahora el hecho de que se regule el tema. "Es que se estaban instalando a discrecionalidad y sobre algunos análisis que realizaba el Ministerio de Salud en coordinación con otras autoridades. Se requería de la norma", asegura.
LOS AFECTADOS
En grupo o de forma individual. Con protesta o a través de un simple documento, el rechazo a las antenas ha venido creciendo.
José Isaac De León es uno de los que siente vulnerada su calidad de vida por su vecina la antena.
Hace dos años, técnicos de una compañía de telecomunicaciones empezaron a estudiar la tierra a un costado de su casa en La Mitra, corregimiento de La Chorrera. Meses después se encontró con el hecho de que a escasos cinco metros de su casa había llegado una vecina inesperada, "la antena".
A partir de allí comenzó una lucha, que nunca prosperó, para obligar a que el artefacto fuera retirado. "Cada vez que llueve es un martirio, los rayos y los truenos chocan en la antena y me vuelven loco", dijo.
LA SALUD
¿Son perjudiciales para la salud? Es algo que aún la ciencia no ha determinado, sin embargo, el más reciente estudio de la Sociedad Española Contra el Cáncer concluye que no se ha encontrado evidencia científica que demuestre ninguna asociación causa-efecto entre la exposición a campos electromagnéticos dentro de los límites recomendados y el cáncer.
La Organización Mundial de la Salud dice que tres estudios epidemiológicos recientes no encontraron evidencia convincente del incremento de riesgo de cáncer debido a la cercanía de las antenas.
Paradójicamente tampoco hay estudios científicos que prueben que la relación antenas y humanos, es inocua.
Las compañías celulares que operan en el país han reiterado que su tecnología no afecta la salud pública. Abdiel Gutiérrez, de Cable & Wireless, dice que la empresa comparte las conclusiones científicas patrocinadas por la OMS, además de informar a las comunidades sobre las propiedades y funcionamiento de sus equipos.
SOBRE ANTENAS Y CIUDADANOS
.SALUD PÚBLICA: No hay estudios científicos que demuestren que las torres afectan la salud de quienes viven cerca, pero lo que sí está comprobado es que disminuye la calidad de vida de quienes viven cerca de ellas, según estudios de la Defensoría del Pueblo.
.EN TODO EL PAÍS: Según la Asep, en el país hay unas 800 torres instaladas, 600 son de telefonía celular.
.USUARIOS: En Panamá hay 2 millones 391 abonados a la telefonía móvil, según datos de la Asep.
