La Superintendencia de Bancos de Panamá alertó ayer “sobre el alto riesgo” que representa para el público participar en relaciones comerciales donde se ofrezcan promesas de altos rendimientos.
Tal advertencia surge luego del escándalo desatado en el vecino país de Colombia con el desplome de captadoras de dinero, sin autorización, que ofrecían a los “ahorristas” intereses de entre 100% y 150%.
La escalada de la caída de esas empresas obligó a la intervención del Gobierno colombiano. El propietario de un grupo de esas empresas –ahora intervenidas es David Murcia Guzmán, un colombiano de 28 años de edad que ingresó a Panamá, por primera vez, en noviembre de 2005.
Tres de las cinco sociedades anónimas constituidas en Panamá, que la Superintendencia advierte que no tienen autorización para ejercer el negocio de banca ni de fideicomisos, están vinculadas a Murcia Guzmán, quien en julio de 2006 suscribió un contrato de alquiler del apartamento 47 en la torre 2 del PH Miramar Plaza, en Avenida, Balboa. El costo mensual del alquiler es de 8 mil 900 dólares.
Ayer la procuradora, Ana Matilde Gómez, dijo que no hay pedido de captura de Murcia Guzmán.
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