El embajador de Panamá en Perú, el ex teniente coronel Roberto Díaz Herrera, dijo que el asesinato del cabo Andrés García por parte del ministro de Gobierno y Justicia Daniel Delgado Diamante –el 8 de febrero de 1970– fue “un lamentable incidente donde no hubo intención de segar una vida”. Y que el crimen del cabo “fue llevado hasta el Ministerio Público”.
“La muerte del cabo García nunca representó un caso de delito político o de violación de derechos humanos jurídicamente hablando”, dijo el militar a este diario. “Fue un lamentable incidente donde no hubo intención de segar una vida, ventilado en la política técnica de entonces y llevado hasta el Ministerio Público”.
Delgado Diamante también insistió, en varias oportunidades, que fue investigado por el Ministerio Público y sobreseído por el Órgano Judicial. Sin embargo, su defensa aún no encontró un documento que pruebe que el asesinato llegó al Órgano Judicial en 1970. Para Díaz Herrera, la muerte del cabo “de ningún modo podía representar un caso que tuviese que elevarse hasta el general [Omar] Torrijos”. El general Rubén Darío Paredes –miembro de la cúpula militar en ese entonces– dijo que el propio Torrijos ordenó suspender la junta de disciplina interna de la Guardia Nacional a la que fue sometido Delgado Diamante. Paredes además reveló que el caso no se elevó a la justicia.
Díaz Herrera, miembro de esa junta de disciplina –según Paredes– dijo que “es posible” que la haya integrado, aunque aclaró que “con tantos hechos en mi mente, no tengo memoria exacta”. “Para 1970 creo que era jefe de la Policía Metropolitana y formé parte de varias comisiones internas”, agregó.

