Ha transcurrido un año desde que el SAN-100 se precipitó a tierra y causó la muerte de 11 de sus 12 ocupantes; un año durante el cual ha habido cambios en la mermada flota del entonces Servicio Aéreo Nacional (SAN), hoy Servicio Nacional Aeronaval.
El 29 de mayo de 2008, cuando la nave insignia del SAN se estrelló ante la mirada incrédula de miles de panameños, la operatividad de esa entidad era de 33%, según reconocía su director, Rigoberto Gordon. Es decir, funcionaban dos helicópteros y cinco aviones.
Un año más tarde, el mismo Gordon confirmó que la entidad ha recibido unos 25 millones de dólares, aunque su operatividad se mantiene, pues las naves no han terminado de ser reparadas. Hoy, dijo, funcionan tres helicópteros y tres aviones.
Los 25 millones de dólares fueron invertidos en la compra de dos helicópteros nuevos y en la reparación de otros 10, así como en la “repotenciación” de tres aviones Aviocar.

