A juicio del director del Sistema Penitenciario, Luis Gordon, la muerte el pasado domingo en la cárcel de Tinajitas del reo Rigoberto Singh expone el problema del uso que se le da a ese penal como “refugio” de indigentes y adictos.
Gordon dijo que el caso de Singh es un ejemplo claro de lo anterior: había ingresado 12 veces en Tinajitas por faltas administrativas, y pese a su estado de indigencia y adicción, siempre lo enviaban allí.
Advirtió, incluso, que su muerte no es la única de este año; por el contrario, en meses pasados otros dos indigentes que estaban enfermos murieron al ser trasladados desde la cárcel a hospitales.
En ese sentido, hizo un llamado a las autoridades para que no siempre envíen a la cárcel a quienes incurren en faltas administrativas. Tinajitas tiene capacidad para albergar 498 reclusos, pero en la actualidad hay 520 presos.
Gordon dijo que una posible solución es que se aplique el nuevo Código Penal, que permite sustituir la prisión por trabajo comunitario. Y para evaluar esa opción, dijo que esta semana convocará a una reunión con la Defensoría del Pueblo, el Ministerio Público y los corregidores.
Mientras tanto, anunció que no se permitirá el ingreso a Tinajitas de aquellas personas sancionadas por faltas administrativas que no hayan sido evaluadas por un médico.
En relación con la muerte de Singh, reiteró que se realiza una investigación para verificar si los custodios incurrieron en negligencia.

