Carlos Vallarino se pregunta por qué el apuro del ministro Benjamín Colamarco de pagar e inaugurar la cinta costera. Detrás de su respuesta hay un antecedente inmediato que fue duramente cuestionado por él mismo: el puente Centenario, la obra insignia de la administración de Mireya Moscoso en la capital, que se inauguró sin que las autopistas de acceso estuvieran listas.
El puente se inauguró el 15 de agosto de 2004, a 15 días de que asumiera el poder el presidente, Martín Torrijos, y la vías de acceso fueron abiertas el 2 de septiembre de 2005, un año después.
El propio Vallarino, que a la sazón era el titular del Ministerio de Obras Públicas (MOP), denunció que cuando asumió el cargo el 1 de septiembre de 2004, la obra de los accesos estaba paralizada prácticamente, por lo que se cambiaron diseños, se habló con los contratistas, y se les hicieron los pagos atrasados.
Hoy la cinta costera, la obra insignia de Martín Torrijos en la capital, enfrenta tropiezos y apuros que tendrá que atender el titular designado del MOP, Federico Suárez, a partir del 1 de julio.
