Los grupos ambientalistas se anotaron un punto. Una misión de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y de la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN) visitó la semana pasada el Parque Internacional La Amistad (PILA) en el área de Bocas del Toro, y prepara un informe.
Los representantes de estas organizaciones analizarán la información recolectada para presentar recomendaciones a Panamá sobre el manejo adecuado del PILA, en caso de que encuentren irregularidades.
Mientras tanto, Linda Barrera, del Centro para la Diversidad Biológica (CBD, por sus siglas en inglés), asegura que hay un mal manejo en la conservación del parque que se debe, en parte, a que la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) ha desarrollado un plan de manejo deficiente.
Lo que más le preocupa a la ambientalista es la creación de represas hidroeléctricas dentro de la zona de amortiguamiento del PILA, conocido como el Bosque Protector Palo Seco. "Los ríos que se van a represar emanan del parque y se afectará un número significativo de biomasa acuática del PILA", sostuvo.
RESERVA EN PELIGRO
Las consideraciones del CBD y el resto de las organizaciones destacan que el parque, que protege la mayor franja de selva virgen en Centroamérica, entre Costa Rica y Panamá, está seriamente amenazado por actividades humanas.
Menciona un "brote de conflicto armado, intrusión humana y una inadecuada gestión", así como la construcción de cuatro represas para hidroeléctricas en dos ríos que se originan del PILA.
"Las represas alterarán de forma drástica el caudal de varias quebradas y ríos, afectando negativamente la vida acuática", indica el informe.
Sobre este punto, Susana Serracín, abogada ambientalista, precisó que la Anam aprobó Estudios de Impacto Ambiental (EIA) deficientes, para otorgar concesiones a empresas hidroeléctricas.
"Dichos estudios carecen a todas luces de rigurosidad científica, porque hemos detectado que no levantaron la afectación biótica, social, ni sociocultural en el área", dijo.
A su juicio, se vulneraron de manera flagrante las normas panameñas sobre ambiente y el Decreto Ejecutivo 209 de 2006 que regula todo lo concerniente a los EIA.
Natalia Young, directora nacional de Protección de Calidad Ambiental de la Anam, tiene otra opinión. Asegura que el PILA está conservado y aunque admite que hay amenazas, señala que son similares a las del resto de las áreas protegidas.
Según dijo, el Bosque Protector Palo Seco no se verá afectado por los proyectos de infraestructuras, "siempre que se apliquen las medidas adecuadas de mitigación, compensación y restauración".
Subrayó que los EIA aprobados para la construcción de las represas contienen los procesos mínimos exigidos de evaluación, que establece como base los temas ambiental, biológico y socioeconómico.
