OPINIÓN. El periódico es el medio por excelencia. En papel se comunica más que en televisión, porque el mensaje perdura. El periódico lo ve no solo quien lo compra, sino quienes lo leen cuando éste lo suelta. Eso favorece al anunciante, que contará con una lecturabilidad por 4 de lo circulado. En Panamá anunciarse en prensa es más barato que en otros países.
Ver TV, sin embargo, es más fácil. En todos lados hay una. Eso sí: una cosa es ver y otra concentrarse. Allí radica el problema del anunciante. Leer periódico toma unos 45 minutos. En ese tiempo, en TV ves no menos de 81 mil imágenes. Es mucha información. Aún con eso, la TV tiene el mayor índice de recordación de cualquier otro medio: recibes no solo lo que ves sino que lo escuchas.La radio es más barata y ayuda a penetrar en la mente del cliente hasta aburrirlo, pero hay más de 200 emisoras. Eso complica todo, porque unas sólo complacen a adultos mayores, otras a jóvenes, otras a evangelistas y otras a cristianos. La radio no debe ser el medio principal de una campaña, pues no termina de crear una imagen poderosa. Necesita el apoyo de un medio visual.
A diferencia de la radio, las vallas tienen imagen y no sonido. Las ves mientras se te tira un carro o hablas por celular, lo que no te deja concentrarte. Ahora sí: la gente puede no tener tiempo ni para comer, pero siempre está en la web. Son pocos los que están claros de la fuerza de ese medio, pero es el más completo y el que más lejos lleva el producto. La campaña ideal debería ser así: lo ves en TV, te gusta, duermes pensando en él. Temprano lo vuelves a ver en las noticias. Compras el periódico y lo ves de nuevo. Camino al trabajo ves una valla. En la oficina lo ves en la web, y cuando sales a comer lo oyes en la radio. ¡Y boom! Ojalá todo fuera tan lindo.
El autor es publicista
