Para Florentino Cortés, un campesino de la región de la provincia de Los Santos, el "veranillo de san Juan" siempre trae buenas y malas noticias.
El veranillo de san Juan –el fenómeno atmosférico que se caracteriza porque en medio de la temporada lluviosa, las precipitaciones pluviales disminuyen en algunas regiones del país y en otras no caen– será más corto este año según la gerencia de Hidrometeorología de la Empresa de Transmisión Eléctrica (Etesa). De hecho, podría durar unos cinco días.
La meteoróloga Berta Olmedo explica que el fenómeno ocurre porque el sol alcanza su mayor latitud en el hemisferio norte y provoca entonces que la zona de convergencia intertropical se aleje de Panamá y Centroamérica.
Su nombre está relacionado con la celebración de la fiesta de san Juan (24 de junio) y se presenta antes o después de esa fecha. Este año empezaría a partir del 25. Para Cortés, la prolongación o disminución del veranillo de san Juan es menos importante que los estragos que provoca. Asegura que en esta época aparece la langosta (pequeño gusano) que daña los cultivos, en especial el maíz y el arroz.
Según Cortés, el gusano es inmune a los insecticidas y lo único que lo extermina es un "torrencial aguacero". Pero no todo es malo. Cortés explicó que durante esta época el pasto crece y el ganado engorda.
