Alrededor de las ciudades de Panamá y Colón llueve a cántaros. Cualquier turista recién llegado diría que la falta de agua no es un problema en un país rodeado por dos océanos. Pero para la mitad de la población del país —aquellos que habitan en el corredor transístmico— este es un dolor de cabeza cotidiano.
La demanda de agua diaria en las ciudades de Panamá y Colón es de 250 millones de galones. El Canal, mientras tanto, usa 2 mil 200 millones de galones diarios para pasar cerca de 40 barcos al día.
Es decir, que existe una relación de 9-1 a favor del negocio canalero.
Pero el consumo sigue creciendo. Cálculos de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) indican que en 20 años la demanda llegará a 340 millones de galones, lo que alcanza solo para pasar seis barcos.
¿Qué hacer frente a estos números? Desde hace varios años ingenieros de ACP se hacían la misma pregunta. La primera idea para almacenar más agua fue la ampliación de la cuenca con el fin posterior de hacer embalses.
Pero, en medio del rechazo de los campesinos, la ACP sacó una carta inesperada: las tinas de reutilización de agua, una tecnología que se usa en países como Alemania.
Este sistema, combinado con la profundización de los cauces de navegación del lago Gatún y la elevación de su nivel, permitiría ahorrar y almacenar más agua sin necesidad de embalses.
Según la propuesta de ampliación del Canal las nuevas esclusas, con tres tinas de reutilización de agua, emplearán 7% menos agua que las esclusas existentes, en cada tránsito.
De esta manera, el sistema hídrico del Canal podría producir 2 mil 670 millones de galones por día si todo se cumple tal y como ha sido planeado.
Pareciera, entonces, que el problema estaría resuelto para el paso de barcos, pero la población que vive alrededor del Canal seguirá presionando por un mejor servicio de agua. Las quejas y reportes constantes en las oficinas del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) solo son una muestra de lo que puede venir.
Las autoridades tienen programado inaugurar en este mes la ampliación de la planta potabilizadora de Chilibre, que actualmente produce 135 millones de galones diarios. Pero una serie de proyectos en ciernes —incluida la propia ampliación si recibe luz verde en el referendo— hace suponer que esta medida no será suficiente.
Diariamente la planta de Miraflores, que opera y administra la ACP, vende al Idaan unos 44 millones de galones de agua, que se distribuyen en el sector de Bella Vista y el Casco Viejo de la ciudad. En Colón, en tanto, la ACP aporta 29 millones de galones diarios mediante la planta de Monte Esperanza. La ACP se ha comprometido a ampliar la planta de Miraflores para que pueda producir 24 millones de galones diarios adicionales.
Pero el problema a futuro no solo será cantidad sino calidad, según explica Stanley Heckadon, del Smithsonian. “Cada vez más se deteriora la calidad de agua en el área de la cuenca, un problema que debemos enfrentar”.