Tras anunciar el fin de los gastos de movilización para los gobiernos locales, el contralor general Gerardo Solís aseguró este jueves, 10 de marzo, que ahora es “comida amarga” para los alcaldes y representantes del país.
“Yo no soy cosita fácil de comer para alcaldes y representantes. Ustedes pueden entender el peso que tiene la Contraloría cuando hace su fiscalización bien y no importa que nadie lo reconozca, porque este es un puesto muy mal reconocido y uno de los puestos más ingratos. Nadie te reconoce nada y nadie te agradece”, sostuvo.
La semana pasada, la Contraloría anunció que los alcaldes, concejales y representantes del país ya no contarán con las controvertidas partidas de gastos de movilización, que les permitían incrementar sus ingresos mensuales.
Estos funcionarios se autoasignaban hasta $5 mil mensuales presuntamente para “movilización”, lo que hacía que algunos ganaran hasta $10 mil al mes o más. El mejor pagado fue José Luis Fábrega, alcalde del distrito de Panamá, que recibía $12,250 al mes.
Sin embargo, la Contraloría indicó que se mantendrá la figura de “gastos imprevistos”.
El contralor Solís adelantó que trabajan en estos momentos en educar y capacitar a los alcaldes y representantes en un manual de procedimiento y rendición de cuentas para los gastos imprevistos.
“En el presupuesto del Estado están los fondos, pero lo tienen que usar en otra cosa y lo tienen que usar correctamente”, indicó Solís.

