Estela no recuerda bien cuándo fue la primera vez que se sentó cara a cara con un psiquiatra, pero sí que todavía era una niña. "Yo era problemática, muy rebelde... Como que era muy difícil para mis papás", cuenta. Quedó entonces en el diván de un psiquiatra especializado en niños y la diagnosticaron: depresión.
"En mi familia, la depresión es como una tendencia general", explica Estela.
La depresión no es, claro, la única razón por la que las personas acuden a la consulta de un psiquiatra.
De acuerdo con Laura Samaniego de Díaz, subdirectora de Docencia e Investigación del Instituto Nacional de Salud Mental (INSAM) de Panamá, la mayoría de los pacientes que se atienden en esa institución sufren de esquizofrenia.
La esquizofrenia es una enfermedad crónica tratable que produce alteraciones del pensamiento, de la percepción, de los afectos y de la comunicación, entre otros.
Las otras dos causas más comunes de ingreso al INSAM son los trastornos mentales por consumo de sustancias y los trastornos del humor, en donde se incluyen la depresión y los cuadros maníacos.
En Estados Unidos, 19 millones de personas sufren depresión y las mujeres son las más afectadas.
Tomar la decisión de ir al psiquiatra no es fácil. Muchos todavía batallan contra el estigma -los discapacitados mentales son "locos"- y la idea de que los psicólogos y psiquiatras son unos "loqueros".
Pero, como dice Samaniego, cada vez se acepta más la necesidad de consultar con un psiquiatra, así como se acude a un cardiólogo, por ejemplo, cuando duele el corazón.
¿Y los psicólogos?
Los psicólogos resultan útiles cuando -a falta de fe en curas y religiosos- se tienen problemas conyugales o de estrés, por ejemplo.
De hecho, según el psicólogo Álvaro Lasso, estas son algunas de las razones más comunes por la que las personas tocan la puerta del "consejero mental".
Pero para enfermedades mentales, los psiquiatras. "El psiquiatra es el que hace los diagnósticos. Uno puede pasarse meses con un psicólogo y no curarse la depresión", explica Santamaría. "Las discapacidades mentales no se curan con consejos", añade.
Ahora, ¿somos una sociedad enferma?
Cada vez está bajando más la edad en la que aparece el primer episodio de esquizofrenia, dice Samaniego, pero Panamá se mantiene dentro de los parámetros que se manejan en Latinoamérica. Estos indican que 1% de la población sufre de cuadros de depresión y que entre 9% y 10% de la población mundial padece esquizofrenia.
¿Resulta eso de buscar ayuda? "Creo que yo no hubiera podido funcionar si no hubiera hecho años de terapia", confiesa Estela. Terapias que incluyeron medicamentos y mucha conversación.
Al final no se trata de curarse, sino de conocerse mejor, de saber enfrentar la propia realidad, de manejar la enfermedad.
Hasta ayer, 26 de agosto, la cantidad de pacientes hospitalizados en el INSAM era de 137. Y siempre hay más personas tocando a su puerta.
Relacionado: Nuevo enfoque en los tratamientos
