IV FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO. CÉSAR LANDAETA PRESENTA NUEVO LIBRO.

Al carajo, de forma elegante

Al carajo, de forma elegante
Al carajo, de forma elegante

Mandar al "carajo" a alguien, aún cuando a veces puede ser inevitable dada la magnitud de la molestia que nos causaron, siempre es considerado un acto violento e irracional.

¡Claro! Se trata de una palabra que al pronunciarla transmite una especie de sonoro estruendo que, por lo general, termina por complicar la situación y nos hace perder la batalla.

Pero esto sucede porque muy pocos saben mandar a otras personas –a dónde ya usted sabe– sin dejarle motivos evidentes para irritarse o seguir insistiendo en su empeño de socavar la paciencia ajena.

Esta fórmula, por difícil que sea creerlo, la plantea el psicólogo clínico César Landaeta H. en su libro Cómo mandar a la gente al carajo, el cual presentó al público ayer en la IV Feria Internacional del Libro, que culmina hoy en el Centro de Convenciones Atlapa.

Personas de todas las edades, con mirada pícara y con un enorme signo de interrogación pintado en el rostro, se acercaron ayer al salón Chaquira para escuchar del autor en qué consistía su arte. Entre murmullos se escuchaba a algunos decir: "Hay muchos que quiero mandar lejos, así que aquí aprenderé a hacerlo". "Vamos a ver qué va a decir, porque esa palabra es problemática en donde quiera".

Estos comentarios cesaron desde el primer segundo en que Landaeta tomó el control del micrófono y del auditorio, para decir que el acto de mandar muy lejos algo que estorba en nuestra vida, en verdad, no tiene implícita la idea de la violencia o la vociferación, ya que esa satisfacción se puede lograr con elegancia.

Cuenta este venezolano que el factor sorpresa dentro de una discusión desarma al contrario y lo deja perplejo. Y, de enojarse, lo hará cuando salga de ese estado, tome conciencia y se percate de que había sido despedido al frío carajo sin poder hacer nada para evitarlo.

"Es fácil, solo hay que aprender el sutil arte de desorientar al individuo impertinente. Hay que analizar la línea lógica en la cual se desenvuelve su discurso y romperla con una frase o una actuación completamente inesperada", explicó.

En este sentido, Landaeta puso como ejemplo a quien fuera en la década de 1970, en su país, la jefa del servicio de Higiene Mental del Hospital del Niño, Lya Imber de Coronil, quien pasó a la historia como alguien que hacía gala de su garbo admirable a la hora de enfrentar reclamos que ella consideraba impertinentes o extemporáneos.

Ella, argumenta el escritor, podía salirse de una situación incómoda mirando al reclamante con un aire entre compasivo e inquisidor, al tiempo que le preguntaba: "¿Ha estado usted en Francia para esta época?... Es muy bonito. Creo que sería una buena idea que se diera una vuelta por allá y luego me cuenta cómo le fue".

No siendo esto suficiente, la admirable dama podía terminar la discusión dándole una palmadita en el hombro a la persona [como diciéndole, retírate que no tenemos más nada de qué hablar], y ella sin el más mínimo remordimiento se despedía con gran cordialidad y volvía a sus faenas de trabajo. "¡Eso es elegancia!", afirma César Landaeta.

A esta técnica también se le puede dar un toque de sutil ironía o burla. "No se trata de una burla feroz y abierta, porque eso representaría una clara agresión, con lo cual el contrario quedará autorizado para devolverla de cualquier forma. Se destruiría por completo la diversión y sería uno el que se iría rápida y tal vez, involuntariamente, al carajo".

El autor de Al infierno se va en pareja confesó que tal vez no todos podamos aspirar a llegar a manejar elevados niveles de sutil acidez, pero, por lo menos, hay que tratar de canalizar de manera elegante la rabia ante la impertinencia o agresión que nos hacen.

Cualquiera de las dos vías harían quedar al contendor en el silencio de la humillación o del desconcierto.

Después de los tropiezos, la feria toma vida

Ayer sábado se respiraba otro aire en la IV Feria Internacional del Libro.

A diferencia de los primeros días, había más público y la organización entre las charlas, talleres y conferencias alternas a la venta de todo tipo de libros nacionales e internacionales, era notoria.

La sala destinada para niños parecía ser un éxito. Los pequeños, como personas grandes, andaban por todas partes en su área visitando las exhibiciones de libros, asistiendo a las presentaciones de teatro y cuenta cuentos, así como a los diferentes programas culturales.

¡Ah!, y no solo los chicos disfrutaron de esta parte de la feria, ya que a varios adultos se les sorprendió jugando a la rayuela para recordar la infancia.

Eran las 5:00 p.m. y aún seguían llegando a Atlapa parejas, grupos de amigos y familias con la idea de disfrutar lo que ofrecía la IV Feria Internacional del Libro.

Otro autor que dio mucho de qué hablar en la feria fue Gustavo Bolívar, autor de la polémica obra Sin tetas no hay paraíso. Este escritor aprovechó su visita a Panamá para promocionar su nuevo libro: El suicidiario del Monte Venir.

CANDIDATOS PARA MANDARLOS AL...

.MANIPULADORES: De los sentimientos de culpa.

.CHANTAJISTAS: Del afecto. Si me quieres harás esto.

.ABUSADORES: De la confianza.

.CONSERVADORES: Que aconsejan contra los cambios, por positivos que estos puedan ser.

.PROFETAS: Del desastre.

.NECIOS: Hipócritas, pelones de oficio y guapos de barrio.


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