Desde que empezó el año 2010, a la sala de quemados del Hospital del Niño ingresa un promedio de 1.6 caso por día, lo que ha sumado hasta ayer un total de 30 casos.
Los pacientes, en su mayoría, son atendidos por quemaduras severas y moderadas, informó Marvis de Corro, médica encargada de la sala de quemados de este nosocomio.
Tan solo en diciembre del año pasado atendieron entre 35 y 40 casos de niños con quemaduras causadas por juegos de pirotecnia, líquidos calientes u objetos eléctricos.
Según la doctora, con una buena campaña de prevención se lograría disminuir la incidencia, y luego la magnitud de los accidentes.
Uno de los últimos casos que recibió el Hospital del Niño fue el de la menor de un año, procedente de Los Santos, a quien le cayó –en el abdomen y muslo– una sopa caliente.
La infante tiene quemaduras de segundo grado en un 20% del cuerpo.
Para Yesenia Ochoa, fisioterapeuta de la Asociación Panameña de Ayuda al Niño Quemado (Apaniquem), lo más difícil después de una quemadura es la recuperación, pues demora muchos años.
En enero de 2009, 35 pacientes empezaron en Apaniquem sus tratamientos gratuitos. La mayoría de estos casos fue por quemaduras con líquidos calientes y se produjeron en 2008.

