En sus cuatro décadas de independencia, la República Democrática del Congo (RDC) ha vivido una historia convulsionada, caracterizada por una sucesión de golpes militares y el sufrimiento de la población.
Pero, desde 1998, el Congo se ha visto sacudido por los enfrentamientos étnicos y la guerra civil que, a su vez, involucra ya a varios países de la región. Algunos analistas consideran este conflicto "la Primera Guerra Mundial" del continente africano.
En la actualidad, los combates más cruentos en el conflicto congolés y los casos más sonados de abusos de la población civil se han registrado cerca de Bunia, en el distrito de Ituri, donde se encuentra una de las minas de oro más ricas de África
La guerra viene desgarrando este vasto país, antes conocido como Zaire, cuyos depósitos de minerales y diamantes lo convierten en uno de los más ricos del continente africano.
Según informes de las Naciones Unidas (ONU), en cinco años de guerra han muerto 3.3 millones de personas, mientras otros 2.3 millones residentes de la región han huido de sus casas.
Aunque en 2003 se firmó un acuerdo de paz, los combates no tardaron en estallar de nuevo en la provincia de Ituri, en la zona oriental del país.
En junio de 2005, la organización Human Rights Watch denunció la brutalidad vinculada a la explotación de reservas de oro en zonas en conflicto en el oriente de la RDC.
En su informe, la ONG detalló abusos como violaciones sexuales, ejecuciones sumarias, matanzas étnicas y casos de trabajo forzado en las minas.
Aún nadie ha sido procesado por ninguno de los abusos o masacres, indicó Human Rights Watch. Y mientras algunas armas han sido entregadas, muchas siguen circulando.
