La Embajada de Nicaragua en Panamá tomó la decisión de no atender a sus nacionales en la sede diplomática este jueves 15 de febrero.
Al menos 15 personas se presentaron en el lugar durante la mañana para realizar trámites legales, pero no pudieron completar sus procesos.
La puerta de la sede diplomática está cerrada. Cuando los nicaragüenses intentaban ingresar para realizar procesos de certificación de licencias, registros notariales, renovación o retiro de pasaportes, se les comunicaba a través de una pequeña ventanilla que esto no sería posible, al menos en la mañana de ese jueves.
Una de las afectadas comentó que el miércoles 14 de febrero llamó a la embajada para confirmar que atenderían al público en horario regular, pero al llegar se encontró con la sorpresa de que no se podría realizar ningún trámite.
Explicó que los funcionarios de la embajada le indicaron que fue una decisión de último momento, sin ahondar en detalles.
Desde el pasado 7 de febrero, el expresidente Ricardo Martinelli se encuentra en la Embajada de Nicaragua, luego de que el régimen de Daniel Ortega le otorgara asilo.
Martinelli, quien recibe la visita de familiares, abogados, políticos y periodistas aliados, ha remodelado la sede diplomática nicaragüense en Panamá, equipándola con televisores, muebles, acondicionadores de aire, sistemas de bombeo de agua y barbacoas tamaño familiar.

El gobierno de Panamá ha negado el salvoconducto para que el expresidente abandone el territorio panameño.

Martinelli está condenado a más de 10 años de prisión y a pagar una multa millonaria en el caso New Business, pero solicitó asilo alegando ser un perseguido político.
