La polémica llegó a la estratosfera, pegó la vuelta en la Luna, y aterrizó en Panamá .
A estas alturas no hay un solo panameño que ahora no maldiga, en cada una de las páginas de internet del patio, a la pobre latita de Pepsi Cola.
Muchos, incluso, ya pidieron que dejen gangrenar a las latitas en las góndolas de los supermercados. Y otros, más radicales, proponen ir a quemar la fábrica de la soda de origen norteamericano y, después, expulsar a todos los argentinos que disfrutan del buen sancocho del istmo.
Hay otras voces, eso sí, más "celestiales" en sus opiniones que piden que la latita azul y roja se ponga "en el lugar de los jugadores por Dios". Si, así, lo piden "por Dios".
Otros, furiosos, opinan que la publicidad "denigra al país", y sacan a relucir, como quien no quiere la cosa, el resultado de la final de la última Copa América que ganó Brasil.
Pero no todos los cañones apuntan al sur. También castigan la latita azul y roja, y dicen que "es una fotocopia mala de la Coca Cola" y que ahora hay que hacer sufrir la indiferencia comercial para que sus dueños empiecen a "respetar a Panamá".
Para redondear, y para los distraídos: estamos hablando de la catarata de reacciones que generó en Panamá el último comercial que largó Pepsi Cola en Argentina para promocionar su campaña "Pepsi Gol Evolution".
¿Qué dice el comercial? Algo así: dos ex futbolistas argentinos –Mostaza Merlo y el Bambino Veira, de dudosa reputación– están promocionando el juego y aseguran que participar es más fácil que "ganarle a Panamá con uno más".
O sea, en buen criollo argentino: quieren decir que la selección argentina de fútbol puede –sin despeinarse– llenarle la canasta de goles al combinado del istmo (no se aportan más ejemplos para contribuir a la concordia panameño-argentina).
Para que vuelva la paz entre los dos países hermanos –que no deberían "tirarse de los pelos" por este desafortunado comercial–, lo mejor que se puede hacer es zanjar la polémica con un partido entre Argentina y Panamá en el Romel Fernández. Que cada una de las selecciones lance al ruedo sus mejores hombres (Messi, Agüero, Riquelme y compañía por un lado; y Baloy, Pérez, Garcés y compañía del otro) y al final vemos que resulta.
Eso sí: ¡que el partido no lo auspicie la latita azul y roja!
(Vea Pepsi pide disculpas al combinado de Panamá)





