Uno de los temas que dominó el debate en la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional este lunes 1 de septiembre fue la aprobación del traslado de partida al Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA) por 5.6 millones de dólares, destinados a la compra de canastas y jamones para las naviferias de fin de año.
La diputada Janine Prado, de la coalición Vamos, no ocultó su preocupación al interrogar al director del IMA, Nilo Murillo, sobre los jamones picnic destinados a las cajas navideñas. De las 500 mil proyectadas, faltaban 200 mil, un déficit que Prado atribuyó a la falta de coordinación y planificación más que a la voluntad de los productores locales.
Mientras la comisión escuchaba atentamente, Murillo explicó que el IMA había compartido la planificación con la cadena agroindustrial y que la producción no podía basarse en suposiciones.
“La producción no se supone, se hace”, afirmó, mientras opinaba que cada actor debía cumplir con sus compromisos para que las cajas navideñas llegaran completas a las familias.
Incumplimiento
El funcionario recordó que los productores locales se habían comprometido meses atrás a dar una respuesta sobre la disponibilidad de jamones para febrero. Sin embargo, el año anterior se habían prometido 150 mil piezas y solo llegaron 80 mil, un antecedente que, según Murillo, complicaba la planificación y generaba tensiones entre el IMA y los proveedores.
Prado insistió en la importancia de cubrir la demanda con producción nacional, advirtiendo que cualquier falla podría afectar a la población.
Murillo coincidió en que el tema es delicado, con intereses contrapuestos y riesgos de desinformación, y aseguró que la coordinación y la transparencia eran clave para evitar conflictos y garantizar el abastecimiento.
Respecto a la logística de las cajas, Murillo aclaró que cada una incluiría un jamón picnic. De las 300 mil piezas mencionadas inicialmente, solo correspondían a producción nacional. Los otros 200 mil serán importados.

Los recursos solicitados servirían para cubrir el contrato bianual de 2026, con un 50% de esas piezas; además, un 10% podría destinarse a importaciones internacionales de 2025, mientras que el resto se cobraría el año siguiente.
Prado preguntó sobre las órdenes de compra, buscando asegurarse de que las 500 mil unidades proyectadas estuvieran garantizadas. Murillo explicó que aún esperaba la aprobación del traslado de partida y reconoció que la proyección inicial no cubría la totalidad, limitando la capacidad de productores y agroindustriales nacionales.
Las normativas
El debate se extendió a la ley y la coordinación con los productores locales. Prado recordó que la norma del IMA les exige garantizar tanto el mercado interno como el externo para los productos nacionales.
Murillo admitió que, a veces, esta coordinación falla y que la obtención de insumos a bajo costo para los pequeños productores tampoco siempre se asegura, afectando la eficiencia del IMA.
En términos presupuestarios, Murillo detalló que los fondos invertidos en las compras generan un retorno que se deposita en la Cuenta Única del Tesoro Nacional. Ese dinero permite reinvertir en nuevas adquisiciones, siempre con la autorización de la Comisión de Presupuesto y del Ministerio de Economía y Finanzas.


