Desde que fue designado magistrado de la Corte Suprema de Justicia, en 1997, José Troyano se ha pronunciado, a favor, al menos cinco veces en casos relacionados con el ex mandatario Ernesto Pérez Balladares, quien lo nombró en el cargo.
Sin embargo, este jueves Troyano solicitó al pleno que analizara si hay méritos para que se declare impedido de actuar en las investigaciones sobre la utilización de las partidas discrecionales durante las administraciones de Pérez Balladares y Mireya Moscoso.
¿La razón? Su esposa, Dania Troyano, ha sido secretaria privada del ex presidente por más de 10 años, desde que Pérez Balladares asumió la Presidencia de la República en 1994, hasta hoy.
En enero de 2004, el magistrado admitió un amparo de garantías y con él suspendió las investigaciones que adelantaba la Contraloría por supuesto enriquecimiento ilícito del ex presidente a través de la empresa Ports Engineering and Consultants Corp. (PECC).
En mayo de ese mismo año, Troyano declaró ilegal un edicto dictado por el ex contralor Alvin Weeden contra Pérez Balladares, que intentaba continuar con las sumarias en ese mismo caso.
Una encuesta de La Prensa reveló que 75% de los mil 218 encuestados opina que los ex presidentes Pérez Balladares y Moscoso influyen en los fallos de la Corte.
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