¿Qué ha sido del metrosexual? Algunos se atreverían a decir que "por aquí nunca se le vio", aunque lo cierto es que la situación es todo lo contrario.
La palabrita ha caído en desuso y a los hombres panameños los incomodaba sobremanera. Eso de cuidarse mucho la apariencia, así como lo hacen las mujeres, y encima que les pusieran un nombre por hacerlo, era casi una ofensa para muchos, pues sentían que se ponía en duda su masculinidad. Así que enseguida saltaban los macho man a decir que esa moda ya pasó o que por aquí nunca llegó. Pero machoman que usa champú en lugar de jabón para lavarse el cabello y se pone crema en las manos cuando están muy ásperas.
El metrosexual ¿dónde está? En todas partes y creciendo en número, a tal punto que la palabrita pierde sentido pues el cuido masculino cada vez es más común. "Al hombre no le gusta que se sepa que es un metrosexual, pero sí se está atendiendo más la apariencia personal", comenta el estilista Ricardo Flores. "Se cuidan más las uñas y están comprando hasta crema antiarrugas".
El ícono del metrosexual es el futbolista David Beckham, y aunque cambió de equipo y de país, no ha perdido para nada su atractivo ni su fama, es más, pasó a vivir a la meca de las estrellas: Hollywood. Lo que confirma que el metrosexual pasado de moda no está, y Beckham no ha perdido ni un poquito de su masculinidad.
¿Eres metrosexual? Andrés Ábrego enseguida responde: "No". Para él, un metrosexual es un hombre así como el Dr. Robert Rey en el reality de la cirugía plástica Dr. 90210, que aparte de llevar mechas en el cabello y tener el cuerpo cortado en abdominales, atiende a sus pacientes vestido en un saco gris con camisa y pañuelo fucsia. Él no es como este doctor, pero tampoco anda por la vida como un Neandertal.
Confiesa que fue una novia quien "inventó" el champú en su vida, pues hasta antes de conocerla era feliz lavándose el cabello con el mismo jabón con que se restregaba el cuerpo.
Luego, vinieron los faciales y de tanto en tanto una manicura. Por estos días, aunque ya está en una nueva relación, los cuidados no fueron descuidados. Todos los días se aplica una crema antiarrugas en las patas de gallina –regalo de su novia actual–, en el bolsillo, junto a una pluma, siempre lleva una barra de Blistick para humectarse los labios, y aunque no soporta la sensación de las cremas en el cuerpo, sí se las aplica en las manos cuando siente que están resecas.
"Para gente que no se arregla nada yo sería metrosexual, y para otro que se arregla mucho, no", dice haciendo una recopilación mental de su cuido personal. ¡Ah! y se depila los vellos del cuerpo.
Así como Ábrego, muchos responderían que ¡no! son metrosexuales, pero cuando se les interroga sobre sus hábitos estéticos, se van dando cuenta que sí. Esto lo dejó claro una encuesta que se realizó en ellasvirtual.com. De los 300 encuestados, el 83% acertó en la definición de metrosexual "hombre que cuida su apariencia con cierto esmero"; solo el 3% pensó que se trataba de un homosexual, y el 12% que éste era un hombre afeminado.
Trayendo la palabrita a sus vidas, el 79% asegura que "no" se considera metrosexual, y sin embargo, el 64% afirma que usa algún producto para el cuidado del rostro o el cabello.
La evidencia fue aún más clara cuando se les pidió enumerar los productos que usan: gel, bloqueador solar, crema limpiadora, crema humectante, crema para eliminar callos, champú, crema antiespinillas, perfume, fijador de cabello, loción para la piel, crema de afeitar, mascarilla. Algunos fueron más allá y mencionaron marcas específicas: Clarins y Neutrogena, Sothys y Khuravital, Ponds, Nivea Q13, y la lista seguía. Otros hablaron de mascarilla de huevo y champú para cabello negro.
Así que se espanten los abuelos, pero el hombre de hoy cada día se preocupa más por cómo se ve y cómo huele, y las mujeres así se lo exigen.
(Vea El consumismo tras la belleza masculina)
