El tráfico ilegal de animales es uno de los cuatro negocios más rentables del mundo, junto con el narcotráfico, la trata de personas y el tráfico de armas, según el último informe de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (Cites, por sus siglas en inglés).
En Panamá, la Autoridad Nacional del Ambiente no mantiene estadísticas sobre el movimiento comercial de las especies silvestres. "No tenemos los recursos ni el personal suficiente" para hacer ese tipo de cálculos, dijo Jorge García, biólogo de la Dirección Nacional de Áreas Protegidas y Vida Silvestre de la institución.
Sin embargo, asociaciones ecologistas panameñas estiman que en el país se podrían mover entre tres y cuatro millones de dólares al año producto del tráfico ilegal de animales.
Entre las especies en peligro de extinción que más se trafican están los pericos, las guacamayas, tucanes, tortugas, ranas, venados y reptiles.
"En Panamá es extensa la lista de animales que están en peligro de extinción, lo que indica que hay un alto índice de comercio ilícito alrededor de las especies, especialmente de las más emblemáticas", denunció Alejandro Balaguer, director ejecutivo de la Fundación Albatros Media en Panamá.
El precio de una guacamaya o de un tucán, por ejemplo, puede oscilar entre 100 y 200 dólares en el mercado negro panameño, pero en Estados Unidos y Europa, el precio puede alcanzar hasta 3 mil y 6 mil dólares.
Ariel Rodríguez, del Centro de Estudios y Recursos Bióticos de la Universidad de Panamá, dijo que no hay duda de que el tráfico de especies es uno de los millonarios negocios que según cifras de Cites, representó 39 mi 750 millones de dólares en 2003.
La Ley 5 de 28 de enero de 2005, que castiga el delito, parece no ser suficiente. El último año solo se han detenido 25 personas que posteriormente fueron liberadas.
(Vea Lucran en negocio de la extinción)