Con pañuelos blancos y al ritmo de las notas de Canto a la bandera, del poeta y periodista Gaspar Octavio Hernández, políticos e intelectuales despidieron ayer a Carlos Iván Zúñiga, uno de los gestores de la Cruzada Civilista, candidato a la Presidencia en 1984, y rector de la Universidad de Panamá (1991 y 1994).
José Dimas Cedeño, arzobispo metropolitano, quien presidió la ceremonia en la iglesia de la Catedral, hizo un llamado a la tolerancia, al respeto de los pensamientos políticos y a la dignidad del ser humano, tal y como lo concebía Carlos Iván Zúñiga.
A la ceremonia, que duró dos horas, asistieron integrantes del gobierno de la ex presidenta Mireya Moscoso, como José Miguel Alemán y Eduardo Quirós. Mientras que del Gabinete actual estuvieron el ministro de la presidencia, Dilio Arcia, y el ministro de Vivienda, Gabriel Diez. También asistieron el magistrado presidente de la Corte Suprema de Justicia, Harley Mitchell; el presidente de la Asamblea Nacional, Raúl Rodríguez, y el diputado César Pardo.
Igualmente participaron el rector de la Universidad de Panamá, Gustavo García de Paredes, y el ex presidente de la República Jorge Illueca. También hicieron acto de presencia líderes políticos como Juan Carlos Varela, Jesús Maco Rosas, José Raúl Mulino, Joaquín Franco III, Bosco Vallarino, Miguel Antonio Bernal y Marco Ameglio.
El presidente de la República, Martín Torrijos, no estuvo presente, pero envió un comunicado lamentando la muerte de Zúñiga, a quien calificó como “un compatriota insigne, un catedrático excepcional y un profesional intachable”.
El magistrado presidente de la Corte señaló que con la partida de Zúñiga desaparece “parte del paisaje de la nación que será difícil de reponer”.
Juan Cristóbal Zúñiga, hijo del desaparecido intelectual, dijo durante un discurso que él a su padre no solo lo recordará como tal, sino como a un verdadero nacionalista.
Dicho esto, reaparecieron los pañuelos blancos, símbolo de la Cruzada Civilista que Zúñiga ayudó a formar en la década de 1980 para combatir la dictadura militar. También se agitaron algunas banderas del desaparecido Partido Acción Popular (Papo) del que fue miembro y fundador.
Familiares y allegados del político se trasladaron a la ciudad de Penonomé, donde fue sepultado en el cementerio municipal. Allí su sobrino, Mauro Zúñiga, hoy miembro de la Red Democracia Ciudadana, destacó su trabajo en favor de las instituciones democráticas.
