Los piratas con pata de palo, parche en el ojo y un loro sobre el hombro que saquearon las riquezas históricas hace 500 años, se esfumaron. En su lugar, apareció en escena la falta de atención de las autoridades que está poniendo en riesgo el patrimonio de Portobelo, provincia de Colón.
En una finca privada, ubicada en la península frente a la bahía y el pueblo, propiedad de Aurora Fierro Eleta, reposan tres cañones del fuerte San Fernando, localizado a un costado de ese lote. Están allí como adornos.
Según Virgilio Mojicas, empleado de Fierro Eleta, los cañones fueron encontrados hace ocho años, durante una excavación para construir un tanque séptico en la finca.
Tras la denuncia del profesor Aníbal Taymes, La Prensa acudió al lugar el pasado lunes 14 de enero.

