Crispiano Adames, presidente de la Asamblea Nacional, declaró formalmente la tarde de este jueves, 28 de abril, la clausura de la segunda legislatura (enero-abril) del tercer periodo de sesiones ordinarias del pleno.
De este modo, los diputados entran en receso y reanudarán las discusiones en el pleno a partir del 1 de julio próximo, día en que deberán escoger una nueva junta directiva que presida el legislativo.
Antes de cerrar la sesión, Adames ofreció un discurso de 12 minutos en el que agradeció la labor de los vicepresidentes de la Asamblea, Kayra Harding y Miguel Fanovich. También rechazó las críticas y cuestionó a los diversos movimientos sociales del país.
Contó que leyó recientemente una entrevista a un analista político quien planteó que la Asamblea había ejecutado un “secuestro chantaje” al Ejecutivo, que consistía en intercambiar “un proyecto por otro proyecto” con el Ejecutivo. “Hay personas que les fascinan crear escenarios fantásticos de situaciones que conocen poco”, dijo.
Adames, a diferencia de sus antecesores, no hizo un recuento de cuántos proyectos aprobaron durante su gestión. Solo se limitó en decir que “con sus virtudes y defectos” la Asamblea está haciendo su trabajo, pero que para él “en un año no es fácil concluir la tarea”.
A su juicio, han ignorado “el ruido externo, el ruido de los movimientos antisistema, los ruidos que buscan el entronamiento y posicionamiento de expectativas anárquicas como tienen otros pueblos que hoy sufren grandes reveses”.
Previo al cierre, los diputados aprobaron varios proyectos en tercer debate como el que crea un fideicomiso para compensar el alza del combustible y la Ley Cripto.
No incluyeron en la agenda de discusión el proyecto 776, que incorporaba un artículo que evitaba un proceso de expulsión y revocatoria de mandato a diputados disidentes de Cambio Democrático.


