La Caja de Seguro Social (CSS) manejará en 2026 un presupuesto total de $8,211 millones, una cifra superior a los $7,321 millones asignados en 2025.
El aumento presupuestario refleja no solo las crecientes demandas del sistema, sino también los efectos de la reciente reforma estructural del sistema de pensiones, que dio origen a la Ley 462, aprobada en medio de un debate nacional marcado por tensiones sociales y advertencias sobre la sostenibilidad del programa que financia el pago a los jubilados del país.
De hecho, este nuevo escenario financiero se configura como una prueba clave para medir la viabilidad de los ajustes y la capacidad institucional de la CSS para responder a las expectativas ciudadanas.

Antes de detallar el presupuesto de la entidad más grande del engranaje estatal panameño, es vital entender que la CSS es, en muchos sentidos, el termómetro de la economía panameña.
Cuando la economía anda bien, hay más trabajadores formales, y con ellos llegan más cuotas que alimentan las finanzas de la institución. Si esas entradas se enfrían, es porque hay menos empleo, menos cotizantes y, por tanto, menos ingresos.
La Caja no solo refleja cuántas personas están trabajando: también muestra cuántos se están jubilando, cuánto le está costando al Estado cubrir enfermedades, licencias por maternidad y demás prestaciones de quienes sí están en planilla.
La entidad administra tres pilares clave del sistema de protección social: el programa público de pensiones, que garantiza los ingresos de los jubilados; el programa de enfermedad y maternidad, que cubre la atención médica de los trabajadores formales; y el programa de riesgos profesionales, que atiende accidentes y enfermedades vinculadas al trabajo.
Todos estos componentes están directamente ligados al dinamismo del empleo y a la salud financiera del país. En resumen, mirar las cuentas de la CSS es tener una radiografía de cómo se está moviendo el país, tanto en lo laboral como en lo social.
El desglose
Según el documento presentado por el ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman, a la Asamblea Nacional, el gasto operativo de la CSS para el próximo año será de $5,429 millones, con la mayor carga asignada al programa de Invalidez, Vejez y Muerte, que desembolsará $2,930 millones, reflejando la presión que ejercen las pensiones sobre las finanzas de la institución.
Le siguen los programas de Enfermedad y Maternidad, con gastos programados por $1,896 millones, y el de Administración, con casi $200 millones; cifras que evidencian el peso estructural del sistema de salud pública y su burocracia.
En el desglose, otros rubros como Riesgos Profesionales ($367 millones) y el Plan de Retiro Anticipado ($1.3 millones) tienen asignaciones menores, al igual que el Fondo Complementario y el SIACAP.

En materia de inversión, la CSS proyecta $2,782 millones, de los cuales $2,477 millones estarán destinados a inversiones financieras. Solo $158 millones se utilizarán en remodelación y construcción de estaciones de salud, y $147 millones en adquisición de maquinaria y equipos.
Los ingresos
Para el año 2026, la CSS proyecta ingresos por $8,211 millones, de los cuales $6,802 millones provendrán de ingresos corrientes.
La principal fuente de financiamiento sigue siendo las contribuciones a la seguridad social, clasificadas como impuestos directos, que representarán $4,427 millones.
Dentro de esta categoría, la mayor parte corresponde a las cuotas del Seguro Social regular y especiales, con $4,110 millones, seguidas por las primas de seguros por riesgos profesionales, que aportarán $317 millones.
Esta estructura confirma la dependencia del sistema de los aportes laborales, mientras persiste el desafío de asegurar su sostenibilidad ante el envejecimiento de la población y la creciente informalidad.

El resto de los ingresos corrientes proviene de fuentes no tributarias, principalmente rentas de activos, con un estimado de $1,677 millones, aunque dentro de esta categoría los arrendamientos apenas aportan $260 mil.
El análisis de estos números cobra especial relevancia en un momento en que la institución enfrenta presiones para mejorar servicios, ampliar coberturas y responder a las reformas establecidas en la recién promulgada Ley 462.
Aportes y planilla
El presupuesto de 2026 también contempla un aporte de $1,167 millones a la CSS, una inyección financiera que busca reforzar la estabilidad del sistema tras años de advertencias sobre su fragilidad fiscal.

Este respaldo estatal se da en el contexto de la implementación de la Ley 462, aprobada como parte de la reciente reforma al régimen de pensiones, y representa el plan por aliviar la presión sobre el programa de Invalidez, Vejez y Muerte, el más comprometido dentro de la estructura financiera de la institución.
Uno de los temas más cuestionados dentro de la entidad es el manejo de su planilla.
La institución cuenta actualmente con más de 35,000 empleados, lo que representa un costo anual de aproximadamente 1,100 millones de dólares.
Este gasto ha generado críticas recurrentes sobre la eficiencia administrativa de la CSS, especialmente en momentos en que se exige una mayor calidad en los servicios de salud y se advierte sobre la sostenibilidad financiera del sistema.


