A finales de 2010, Estados Unidos (EU) decidió prohibir el uso de bevacizumab (más conocido por su nombre comercial Avastin) para el tratamiento del cáncer de seno. Una de las razones argüidas es que sus ventajas no parecen ser mayores a sus riesgos.
Ahora, los resultados de una revisión de la Universidad Stony Brook, en Nueva York, ahondan en el tema de su seguridad al detectar un pequeño aumento de la mortalidad que invita a reconsiderar en qué situaciones se utiliza el fármaco.
En Panamá está registrado un producto con el principio activo bevacizumab, mientras dos están en trámite de registro sanitario, señaló Eric Conte, director de Farmacias y Drogas del Ministerio de Salud (Minsa). (Ver tabla)
El funcionario agregó que a la fecha no han recibido notificaciones de reacciones adversas, fallas farmacéuticas o terapéuticas.
Actualmente, ninguna de las agencias regulatorias de medicamentos ha publicado en sus sitios web información concerniente al incremento de riesgo de muerte asociado al uso de Avastin (bevacizumab), por lo que no hay evidencias que sustenten la suspensión del producto bevacizumab (Avastin) en el país, manifestó Conte.
No obstante, las autoridades sanitarias de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EU (FDA, por sus siglas en inglés), instaron a los centros hospitalarios que eviten recetar el medicamento Avastin contra el cáncer de pecho.
Incluso, el Comité de Medicamentos de Uso Humano, dependiente de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), también ha recomendado la eliminación de la combinación de Avastin y docetaxel, otro fármaco empleado contra el cáncer. Su determinación se basa en la falta de evidencias sobre las ventajas de esta combinación.

