La recuperación de una niña panameña en Ecuador, identificada como Angelis Mitre Castillo, de 8 años de edad, supuestamente robada en Panamá cuando tenía un año y seis meses, abre la posibilidad de que se trate de Mónica Serrano, una pequeña que desapareció del seno de su familia el 8 de febrero de 2003.
La procuradora de la Nación, Ana Matilde Gómez, declaró ayer que desde enero de 2009 investigaban una llamada de un ciudadano ecuatoriano residente en España, que decía tener indicios de que a una compatriota le habían regalado una niña en Panamá.
Esta información fue confirmada en febrero de este año por la Interpol España que, a solicitud del Ministerio Público (MP) de Panamá, había entrevistado a la ciudadana ecuatoriana María del Carmen Medina Reyes, quien confirmó haber recibido una niña panameña. La sospechosa dijo que ella había hecho los trámites legales para adoptar a la menor en una agencia del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) en Chepo.
Gómez dijo que con ese dato envió a un fiscal panameño y un funcionario del Mides a Chepo, para encontrar los papeles que pudieran sustentar la declaración de la ecuatoriana. Sin embargo, no se encontró ningún documento oficial que pudiera reportar la adopción de una niña panameña a través de los conductos regulares, y que por tanto, esa información era falsa.
Según las investigaciones, Medina Reyes había inscrito a la niña en Ecuador como su hija, pero poco después migró a España y dejó a la menor con su hermana Oderay Reyes.
Tras conocer este relato, la procuradora Gómez solicitó en el mes de mayo a la Interpol Ecuador ubicar a la niña.
La procuradora reveló que cuando habían logrado localizar a la menor, se filtró la información en los medios de comunicación y la niña fue cambiada de escuela y se mudó del lugar donde residía.
Sin embargo, el miércoles 1 de julio de 2009, las autoridades ecuatorianas le informaron que habían ubicado nuevamente a la infante. Según datos oficiales, la niña estaba en un barrio periférico del sur de Guayaquil, a unos 280 kilómetros al suroeste de Quito.
Luego de asegurar a la menor, las autoridades en Ecuador le dieron un plazo de 48 horas a Panamá para que suministrara la documentación y las pruebas de verificación de identidad genética de Mónica Serrano para compararlas con la que están en poder de la Policía ecuatoriana.
La niña recuperada se encuentra en un albergue de la Policía especializada en adolescentes y niños de ese país sudamericano.
El MP de Panamá pidió una prórroga a Ecuador, pues necesitaba más tiempo para completar las diligencias judiciales, según confirmó la jefa de esta entidad.
Explicó que si se trata de Mónica, se buscará la forma de repatriarla, pues este caso ya fue juzgado y si no es Mónica Serrano, se iniciará una investigación.
Rigoberto González, secretario general del MP, dijo que en 2003 solo reposa la denuncia de la desaparición de la niña Serrano.
Mientras, el padre de Mónica, Castor Serrano, dijo que las autoridades le presentaron una fotografía y que notó rasgos que podrían hacerle pensar que se trata de su hija.
Serrano manifestó que tiene fe y esperanza de que es su hija, pero el fiscal auxiliar, Luis Martínez, dijo que con una fotografía no se puede determinar si se trata o no de Mónica y que solo con una prueba de ADN permitirá saber la verdad.
Martínez viajó a Ecuador, en un vuelo comercial que salió del aeropuerto de Tocumen a las 8:00 p.m. de ayer, viernes, acompañado del genetista Diómedes Trejos y de un funcionario de la Cancillería panameña. Entre otros documentos, llevaban las pruebas de ADN que el Instituto de Medicina Legal le realizó a los padres de Mónica en 2004, que se cotejarán con las de la niña hallada en Ecuador.










