El sol se escondía detrás de las montañas de Santa Fe de Veraguas. En ese instante, una tenue luz se movía: era un emisario que cruzaba el cerro Tute para llevar un mensaje hasta la comunidad Los Hatillos
El receptor del aviso era Anatolio Vernaza, quien junto a sus tres hijos, recorrían el lugar. Apenas el mensajero se encontró con él, le dijo: "Don Anatolio, mandó a decir don Chico que salga temprano por la mañana y que no se vaya por el camino. Estalló la guerra y es peligroso, la Guardia [Nacional] está en el pueblo y los combates son por esta zona".
Era la noche del 6 de abril de 1959. Tras el recado, en esa lejana cabaña, nadie pudo dormir. Apenas amaneció, caminaron durante ocho horas hasta llegar al poblado de Santa Fe. Allí Vernaza y sus hijos se encontraron con mucho movimiento: vehículos de la Guardia y efectivos recorriendo las calles.
La presencia militar tenía una razón de ser: un grupo de estudiantes del país se había levantado en armas y estaba en las faldas del cerro Tute, a minutos de enfrentarse con la Guardia Nacional.
Para combatir a los rebeldes, la Policía había montado un centro de operaciones en el pueblo y desde allí vigilaba las casas en las que vivían estudiantes, sobre todo si éstos eran de la Normal "Juan Demóstenes Arosemena" de Santiago.
A la distancia
Casi 50 años después, Virgilio García -uno de los estudiantes que combatió en el cerro Tute- explica que el movimiento se organizó a raíz de los problemas sociales, económicos y de derechos humanos que había en aquella época.
A García aquella reivindicación juvenil aún le duele: en los combates perdió a su hermano Domingo Patrocinio García. A pesar de ello, el ex combatiente dice que la aventura "valió la pena" ya que como consecuencia de ese alzamiento "la situación del país mejoró".
"Había jóvenes de varios puntos del país, aglutinados en la Federación Estudiantil de Panamá, y [el movimiento] Vanguardia y Acción Nacional".
El levantamiento
El 3 de abril de 1959 se declaró oficialmente el alzamiento del cerro Tute, fecha en que un grupo de alrededor 20 jóvenes saqueó una tienda en San Francisco de La Montaña con el objetivo de abastecer al movimiento de alimentos. A ellos se les sumó luego un segundo grupo de 20 jóvenes estudiantes.
Tras conocerse la noticia del saqueo, la Guardia Nacional envió desde la capital dos destacamentos de unos 25 soldados: uno estaba comandado por el entonces teniente Omar Torrijos y el otro fue asignado a Boris Martínez.
La lucha nunca fue pareja. El 6 de abril de 1959, en el sector del Cerro Banquillo, los rebeldes sufrieron su primera derrota. La definitiva llegaría tres días después en el sector de Cuay. Durante los enfrentamientos cuatro jóvenes perdieron la vida. Del otro lado, uno de los heridos fue Omar Torrijos: una bala le alcanzó uno de sus glúteos.
(Vea Un homenaje que llegó varios años después)

