Panamá tiene cerca de 30 futbolistas jugando en equipos de primera y segunda división en el exterior. No es la primera vez que se da este fenómeno, pero tal vez ahora se hace notorio por la difusión que se le da a este deporte en el país.
Hace 14 años, por ejemplo, había unos 15 jugadores en equipos extranjeros: Julio, Jorge y Armando Dely (q.e.p.d); René Mendieta, Eric Ortega, Agustín Castillo, Rubén Atencio, Frank Lozada, Percival Piggot, Rolando Botello, Fernando Bolívar, Neftalí Díaz, Luis Pito Rodríguez, Javier Henríquez y Carlos Maldonado.
Este número ha variado, naturalmente, y en algunas épocas está por encima o por debajo de la cifra que se maneja actualmente.
En los últimos siete años, la figura del representante colombiano Luis Felipe Posso ha tenido un peso trascendental en todo esto. Este hombre ha revolucionado el mercado de jugadores panameños en el exterior, y hasta la fecha ha sacado más de 100 jugadores, una gran mayoría menor de 20 años que se prueba y experimenta en clubes, principalmente colombianos, pero son pocos los que han coronado el sueño de mantenerse jugando afuera.
Felipe Baloy, Gabriel Gómez y Blas Pérez son tres de los pioneros que consiguieron hacer realidad sus sueños.
Posso dice que en un comienzo él tenía que correr con el gasto de los boletos aéreos de los jugadores, pero ahora todo ha ido mejorando: los clubes envían los pasajes porque el jugador panameño ya está siendo reconocido, aunque cuesta poder colocarlo en un país "futbolizado" y sobre todo en un club de primera línea, porque a pesar de todo Panamá no deja de ser una plaza sin arraigo futbolístico.
Aún así, los jugadores panameños se han dispersado por el Norte, Centro y Suramérica, Asia y ahora incursionaron en el mercado europeo, con José Luis Garcés, Blas Pérez y Gabriel Gómez.
A través de los años, el fútbol le ha mejorado el estilo de vida a algunos jugadores panameños que supieron verlo como una profesión, y hoy este deporte es el más remunerado afuera, mientras que localmente carece de estructura y de una retribución que valga la pena.
Sin embargo, los dividendos se están dando a nivel de selecciones, donde ya se ha podido asistir a los últimos tres mundiales juveniles, lo que ha puesto al país en boca de muchos.
Cada futbolista que juega en la Anaprof busca que algún representante se fije algún día en él para ser parte de un equipo extranjero. Muchos han sido los llamados, pero son contados los que se quedan.
Blas Pérez, Gabriel Gómez, José Luis Garcés, Luis Tejada, Roberto Brown, Orlando Rodríguez, Joel Solanilla, Nicolás Muñoz, Jaime Penedo, Luis Gallardo, Anthony Torres, Edwin Aguilar, Luis Moreno, Rolando Escobar, Román Torres, Felipe Baloy, Alberto Zapata, Gustavo Ávila, Víctor Herrera Piggott, Amílcar Henríquez, René Mendieta Jr., Víctor Miranda, Anel Canales, Luis Henríquez, Francisco Portillo y David Arrue ondean hoy la bandera tricolor por el mundo entero con la ilusión de mantenerse, que es, en esta profesión, lo que más cuesta.