La mañana del 30 de octubre de 2002, mientras hacía su trabajo de rutina, Eliberio López, un funcionario del Centro de Salud de la barriada 24 de Diciembre, al este de la ciudad de Panamá, fue víctima de un ponzoñoso ataque. Su victimario era raro. Tenía unas extrañas rayas en el cuerpo. López, experto cazador de espécimenes, logró capturar a su atacante.
Al llevarlo al laboratorio del Instituto Conmemorativo Gorgas y examinarlo detenidamente ya no tuvo dudas. Había llegado a Panamá el "tigre asiático", el tigre volador.
Así se le conoce al Aedes albopictus, un mosquito de la familia culicidae muy común en el sudeste de Asia, peligroso transmisor potencial del dengue, la fiebre amarilla, la encefalitis equina y el virus del Nilo occidental, entre otros.
La noticia causó revuelo entonces, e hizo que las autoridades de Salud redoblaran esfuerzos para tratar de impedir que se desatara una epidemia de dengue como la que en Centroamérica había dejado ese año más de una decena de muertos.
El "tigre", más resistente y elusivo que su primo el Aedes aegypti, representaba una amenaza adicional. Desde entonces, poco se había sabido de este "superinsecto". Hasta ahora.
Esta semana se confirmó que esta especie feroz avanza sobre la ciudad.
PERFIL DEL ENEMIGO
También conocido como el "supermosquito" el Aedes albopictus es una amenaza creciente para la salud pública.
Su fama proviene de las características que los científicos han descubierto en esta especie: se adapta más fácilmente a los cambios de temperatura, puede vivir en ambientes bastante fríos, se alimenta de diversas fuentes animales y humanas, es más resistente a los venenos químicos y puede vivir tanto en el campo como en la ciudad, se puede aparear con otras especies de mosquitos y eventualmente pude llegar a desplazar a su pariente más famoso y familiar, el Aedes aegypti.
Originario de la selva tropical del Sudeste Asiático, en agosto de 1985 se le detectó en depósitos de neumáticos en el condado de Harris cerca de Houston, Texas (Estados Unidos).
En junio de 1986 se encontró en los estados de Minas Gerais, Espíritu Santo, Río de Janeiro y Sao Paulo, en Brasil; luego se detectó en República Dominica y México en 1993; y en 1995 y 1996 en Guatemala y El Salvador. También está presente en Europa.
PREVENCIÓN
Las campañas contra el Aedes aegypti parecen ser menos efectivas contra Aedes albopictus. Sin embargo, las autoridades de Salud insisten en controlar la propagación de todos los vectores que puedan diseminar el dengue.
Según el jefe de Control de Vectores de la Región Metropolitana de Salud, Andrés Ruiz, se están realizando acciones de control físico, químico, cultural y coercitivo con el objetivo de disminuir los índices de infestación.
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