Rosa Lorenzo afronta el Knockout con auténtica sinceridad y buen humor. La famosa Toña, de Chance, habla de las puertas que le ha abierto y cerrado la película, y le cuenta al mundo lo orgullosa que se siente de ser la Cenicienta de Barraza.
¿Qué se siente ser la mujer que rompió con los paradigmas del físico de las presentadoras de televisión en Panamá?
Mírame... Soy así bien gordita y proporcionada, y llegué a la televisión. Todas tenemos espacio y derecho a aspirar, no solo las modelos bien fashion.
¿Qué le parece que le digan la Cenicienta de Barraza?
Chévere, no me ofende porque mi vida de verdad dio un giro ¡wow! Espero que todo el mundo siga apoyando a esta Cenicienta de Barraza.
Usted que está en la Dimaud, ¿qué haría para mejorarlo?
Le aumentaría el sueldo a las hormiguitas, que tienen que recoger perros y todas esas cosas muertas... Y les daría más implementos, porque nunca hay guantes.
Con la fama que ha ganado, ¿aspiraría a algún cargo político?
Sí... aspiraría a que me lancen... pero del Puente de las Américas para abajo.
¿Como qué actriz le gustaría ser?
Como yo, ninguna... pero en televisión como Sabrina Bacal o Alexandra Ciniglio.
Ya ha hecho TV, teatro y cine. ¿Cuál prefiere?
Cine y TV, porque si uno se equivoca dicen “corte” y ya. En teatro si uno se pela tutirimundi se da cuenta.
¿Y se “pela” mucho?
No tanto, eso yo lo llevo en la sangre. Yo solo necesitaba que alguien me lanzara al estrellato.
¿Qué quisiera preguntarle a Martinelli?
Ese Presidente tiene buen humor. Le dicen loco y celebra. Yo le pediría que subiera los salarios. Debería meter ese gol, y no en la Asamblea.
¿La harán cambiar de look en TVN?
Mi cabello me fascina... Lo único que no me gusta son estos tractores, aunque ya son como llantitas de bicicleta. Quisiera bajarlas para quedar como una guitarra.
Usted dice que cocina. ¿Cuál es la mejor receta de pescado frito?
Lo sazonas con sal, pimienta, ajo y culantro, y lo dejas ahí con limón. Le pones harina y pam, pam, lo fríes. Dicen que el amor entra por la cocina. Si yo le cocinara a todos mis amigos, sería la mujer del petate.
¿Qué haría si tuviera un marido como Fernando González Dubois?
Se lo tiraría a los tiburones. Conseguirse un macho con guacho ni es.
¿Y qué haría con un jefe como él?
Te juro que lo ahorco.
La escena más difícil de Chance.
La de la piscina, porque cuando me tiré no sabía nadar y me quemé todo el pecho. Pero te comento que ya sé flotar... por algo se empieza.
¿Y su parte favorita?
Cuando me gané la lotería, porque así soy yo en la vida real. La lotería es la esperanza del pobre. A mí me gusta mi numerito...
¿Qué es lo primero que le viene a la mente cuando piensa en los políticos panameños?
Gente que se sienta en una oficina congelada a ver cómo se llena más y más el bolsillo. Todos son corruptos.
¿Qué es para usted la corrupción y cómo la solucionaría?
Es aprovecharse de un cargo para llenarse el bolsillo. Yo le haría a todas las instituciones una auditoría cada tres meses. Y si no funciona, los mato a todos.
¿Lo malo de la fama?
La gente me pide plata, pero yo solo tengo fama. Ya me gasté la plata de Chance hace rato.
¿Y ahorra?
No mucho: soy padre y madre. Además, ando en taxi para aquí y taxi para allá. Mi mayor anhelo es tener una varita mágica y que se me aparezca una Tucson.
¿Cree que esa fama es pasajera?
No, porque las puertas que Dios abre, nadie las pude cerrar. Él me las abrió porque yo me lo merezco. Ahora ya no le toca al pueblo. Ahora me toca a mí.
