Las investigaciones que adelanta la Fiscalía Superior Especializada establecen que las personas que formaron parte de la junta directiva de la Caja de Seguro Social (CSS) entre los años 2001 y 2006, “tenían pleno conocimiento de que la institución que fiscalizaban estaba produciendo medicamentos en condiciones de un alto peligro de contaminación”.
Aun así, los directivos “no evitaron la situación de un peligro previsible e inminente de envenenamiento, aun cuando eran el nivel más importante en la toma de decisiones en la CSS”, según el fiscal Dimas Guevara.
Guevara sostiene que el envenenamiento masivo con medicamentos fabricados con dietilene glycol –que en cuatro años ha matado a 167 personas– era una tragedia “previsible, prevenible y evitable”. Lo único que tenía que hacer la junta directiva era ordenar el cierre o invertir en mejoras considerables en el Laboratorio de Producción de Medicamentos de la CSS.
En este Laboratorio se fabricaron “aproximadamente” 100 mil frascos de expectorante sin azúcar, difenhidramina, pasta al agua y calamina loción, con dietilene glycol, en lugar de glicerina pura. Los frascos contaminados fueron dispensados a la población a través de las distintas farmacias de las unidades ejecutoras de la CSS en todo el país.





