Un puñado de trabajadores nicaragüenses, de la mano de tres abogados de un bufete de Chinandega, en Nicaragua, logró lo que parecía imposible.
Tras dos años de disputas legales en Estados Unidos, los antiguos trabajadores bananeros lograron un fallo a su favor que condenó a la transnacional estadounidense Dole Fresh Fruit Chemical a pagarles 3.3 millones de dólares.
En la demanda, los obreros establecieron que la empresa les había causado perjuicios al exponerlos a los pesticidas que el gigante estadounidense utilizó en sus plantaciones bananeras durante las décadas de 1970 y 1980.
Los trabajadores alegaron que el pesticida –DBCP o Nemagón, prohibido en Estados Unidos desde 1977 al comprobarse sus efectos cancerígenos– los había dejado estériles.
Si bien el resultado de esta lucha legal les ha dado esperanzas a los más de 10 mil trabajadores centroamericanos que están a la espera de otras demandas pendientes, lo cierto es que los procesos pueden tardar y no son fáciles, porque las compañías involucradas son de peso pesado: Shell Chemical, Chiquita Brands Internacional y Standard Fruit Co.
Panamá está pendiente
En Panamá, el caso no ha pasado desapercibido.
En 2002, 700 obreros de las bananeras de Chiriquí y Bocas del Toro interpusieron una demanda contra Chiquita Brands por daños y perjuicios, por las secuelas que les dejó la aplicación en las plantaciones de la sustancia megasone, un químico prohibido en Estados Unidos, México y Argentina.
Los obreros pidieron, en ese entonces, una indemnización de 70 millones de dólares.
Ese año también se trató de discutir en el pleno de la Asamblea Nacional un proyecto de ley que creaba un sistema especial de indemnizaciones para los trabajadores bananeros, pero ni la demanda ni la ley han corrido con suerte.
Álvaro Muñoz, asesor del Sindicato de Trabajadores y Similares del Atlántico, que agrupa, entre otros, al Sindicato de Trabajadores de las Bananeras Nacionales, asegura que localmente la única demanda que ha prosperado es la interpuesta por el obrero Félix Ríos, quien sufrió alergias y problemas respiratorios como consecuencia del uso de pesticidas en las plantaciones donde laboraba.
Para Aniano Pinzón, secretario general de la Confederación Nacional de Trabajadores de Panamá, el fallo a favor de los trabajadores nicaragüenses es alentador, cierto, para quienes tienen años peleando y no han obtenido respuesta.
De hecho, hace algunos años se realizaron estudios en Panamá entre los trabajadores de las plantaciones bananeras y en más de 100 casos se encontraron consecuencias negativas por el uso de agroquímicos.
Pinzón afirma que hace años se introdujeron demandas contra compañías bananeras en los tribunales estadounidenses, pero que aún se esperan respuestas. ¿El consejo? Buscar mejor asesoría, tal vez.
Lo cierto aquí es que los nicaragüenses lograron lo que hace años buscaban: que se reconociera, legalmente, que la frutera estadounidense los había envenenado.

