La Universidad de Panamá reabrió esta semana la cafetería de la Facultad de Humanidades, conocida como Hacia la Luz, donde los estudiantes pueden acceder nuevamente al menú subsidiado por tan solo 50 centésimos.
Se trata de una reapertura clave en medio de la temporada de exámenes semestrales y tensiones con la Contraloría General de la República.
Recientemente, una resolución firmada por el contralor Anel Flores modificó las facultades de refrendo sobre los gastos fiscalizados por los funcionarios asignados a la Universidad de Panamá. Eso afectó a la cafetería universitaria.

Mediante la Resolución No. 1510-DNFG, del 23 de abril de 2025, se dejó sin efecto un acuerdo anterior —la Resolución No. 345-DNFG, del 4 de febrero del mismo año— que permitía a coordinadores y supervisores de fiscalización en la Universidad de Panamá refrendar compras o gastos de hasta 50 mil dólares. Esto implica que, a partir de abril, todos los gastos deben ser aprobados por la Dirección Nacional de Fiscalización General, una oficina central de la Contraloría.
Debido a ello, el rector de la Universidad de Panamá, Eduardo Flores, subrayó que el funcionamiento de la institución enfrenta serias dificultades por el retraso en los trámites de refrendo por parte de la Contraloría General de la República.
El avance
No obstante, este martes 15 de julio, el director de Cafetería Universitaria, César Valdés, confirmó que este comedor vuelve a operar, mientras la otra cafetería del campus central permanece cerrada por labores de limpieza, fumigación y adecuación de nuevos equipos. “Nos estamos enfocando en los estudiantes que están en exámenes. Reanudar este servicio es parte del apoyo al proceso educativo”, dijo Valdés.
Según el funcionario, ya se ha recibido el 80 % de las órdenes de compra de insumos pendientes, lo que permitirá normalizar el servicio cuando inicie el segundo semestre, el 18 de agosto.
Actualmente, el programa de cafeterías universitarias beneficia a más de 50,000 estudiantes por semestre. Además de las siete cafeterías en el campus central, también funcionan en sedes regionales. El menú económico está disponible, además, para administrativos y docentes, en respuesta al alto costo de los alimentos en los alrededores del campus.

“El menú estudiantil es una conquista de más de 40 años. A pesar del aumento en los costos de insumos, sigue siendo un servicio subsidiado como parte del compromiso social de la Universidad”, destacó Valdés.
Nuevo procedimiento
El nuevo procedimiento obliga a que casi todos los documentos —excepto los provenientes de las facultades de Ciencias Agropecuarias y Medicina— deban pasar primero por la Coordinación Regional y luego ser remitidos a la sede central, duplicando los tiempos de gestión.
Ante este panorama, la Universidad de Panamá ha solicitado formalmente al contralor que restablezca la Oficina de Control Fiscal en su campus, eleve el monto de refrendo directo a 50,000 dólares y acelere la validación de los trámites en curso, a fin de evitar mayores afectaciones operativas.
Además de los cuestionamientos a la gestión académica, el contralor viene denunciando lo que denominó “clanes familiares” dentro de la universidad. “La universidad se ha convertido en una finca de alguien o de varias [personas]. Hay varias familias que heredan los puestos y tienen a todos los parientes ahí: los yernos, las nueras, los hijos, las hijas. Eso no puede ser”, sentenció.


