El río Estivaná, el principal afluente de la cuenca del río La Villa, en la región de Azuero, presenta un marcado agotamiento de su cauce.
Propietarios de las fincas donde cruza este cauce estiman que está afectado en un 80%.
Antonio Martínez, productor del área de Macaracas, indicó que ha observado un área donde el río está "delgadito con una corriente débil".
Isaac Pérez, quien todo el día va a este cauce a buscar agua para su hato ganadero, afirmó que este año el agotamiento ha sido más notable, a pesar de que han caído los primeros aguaceros.
El río Estivaná nace en la cordillera del cerro Canajagua y cruza todo el distrito de Macaracas por una región marcada por la deforestación y poca retención de agua en las últimas décadas.
Sobre el tema, el Ministerio de Ambiente (Mi Ambiente) confirmó la programación de más de mil hectáreas que serán reforestadas, en su mayoría en la cuenca del río La Villa, la fuente hidrológica más extensa en la región de Azuero.
En la cuenca del río La Villa, donde se encuentra el río Estivaná, se reforestarán mil 50 hectáreas, y entre la cuenca ubicada entre Guararé y Tonosí serán 70 hectáreas.
Para ese propósito se cuenta con la germinación de más de 20 variedades de plantones tanto frutales como de madera nativa para sembrar en los próximos meses en las áreas.
En el vivero, ubicado en Guararé, se cuenta con 15 mil plantones y en el de Macaracas unos 20 mil más que serán sembrados entre la cuenca del río Guararé y Tonosí.

