¿Es Panamá una ciudad barata o cara para vivir? La respuesta, probablemente, dependerá de a quién se le formule la pregunta. Mientras que la mayoría de los panameños padecen un costo de vida cada vez más alto, una encuesta reciente de la unidad de inteligencia del grupo editorial The Economist ubicó a la capital panameña como una de las ciudades donde el costo de la vida es más bajo.
El estudio, utilizado como referencia por multinacionales, incluye a 131 países de todo el mundo y Panamá ocupó la posición 125. El primer lugar en la lista fue para la ciudad suiza de Zúrich, que reemplazó a Tokio como la ciudad con el costo de vida más alto.
La base de referencia es Nueva York, a la que se le asignan 100 puntos. Panamá obtuvo un índice de 58, al igual que la capital de Nepal, Kathmandú, y un punto por encima de Yida, en Arabia Saudí. El hecho de que Panamá tenga esta consideración puede ser positivo porque lo hace un destino más atractivo para empresas e inversionistas.
La información
Para elaborar el ranking, los investigadores recopilan datos de los precios de 160 servicios y productos en las ciudades analizadas. Entre ellos están la comida, la bebida, artículos de cuidado personal, la vivienda, la educación o el transporte, entre otros.
El estudio no pretende medir la capacidad adquisitiva de los habitantes de las ciudades, sino lo que cuesta la vida en ellas, y es utilizado por las compañías para tener elementos de comparación y determinar las compensaciones económicas que le tienen que dar a sus empleados enviados al exterior.
Tampoco se estudian todas las ciudades del mundo. De América Latina aparecen 15 localidades y de América Central, además de Panamá, solamente están San José y ciudad de Guatemala.
Más de 50 mil precios son recopilados durante cada investigación, que se realiza dos veces al año. Se compara cuánto cuesta un kilo de arroz, un litro de gasolina o un kilo de pan, entre otros. En una ciudad como Tokio, por ejemplo, el kilo de arroz cuesta 7.76 dólares y el litro de gasolina 1.90 dólar.
La inflación local
Esta percepción desde afuera de Panamá como un país barato coincide en el tiempo con la escalada de la inflación local.
Este año, la inflación volvió a registrar niveles altos para Panamá. El índice de precios al consumidor en 2011 fue de 5.9%, el segundo más alto desde 2008.
En la última encuesta de Unimer para La Prensa, realizada entre el 19 y 22 de enero pasado, el 35.2% de los ciudadanos encuestados señaló el alto costo de la vida como el principal problema que enfrenta el país, superando incluso al crimen y la inseguridad, la principal preocupación tradicional entre los panameños.
¿Cómo se explica, entonces esa aparente contradicción entre la percepción local y la foránea?
El economista Diego Quijano dice que en un índice como este, que mide cuánto le costaría vivir a un extranjero en una determinada ciudad, “Panamá puede aparecer entre las más baratas porque para alguien que gana un salario de profesional en el mercado internacional el costo de vida sigue siendo sumamente barato”. En cambio, “para los locales, esto puede parecer un disparate.
El costo de los alimentos ha subido un promedio de 33% en los últimos 5 años, los alquileres y el precio de los apartamentos se ha disparado, la gasolina y el diésel se han triplicado, la electricidad también ha subido, y hasta el cine nos cuesta más”, reconoció.
También influye en la confección del índice la fluctuación de las monedas.
Como destaca el financista Álvaro Naranjo, “Panamá utiliza el dólar y sabemos que la política monetaria americana busca devaluar el dólar para así abaratar sus productos ante el mundo y poder exportar más barato para ser competitivos”.
Y un dólar devaluado, en consecuencia, hace a Panamá más barato para los extranjeros, pero más caro para los panameños.