Una chica sin nada sobresaliente – a simple vista –, aplicada en el colegio, con pocos amigos y sin aparente suerte en el amor, inesperadamente se siente atraída por su nuevo compañero de instituto. Un chico de pinta rebelde, mirada seductora y llena de misterios. No, no estoy haciendo un resumen del inicio de Twilight, sino del comienzo de Hush Hush, una novela juvenil escrita por la estadounidense Becca Fitzpatrick. Partiendo del hecho de que la esencia de la historia es muy parecida a la escrita por Stephenie Meyer (la saga de Twilight) – cito a esta en especial, porque es la más popular– , es prácticamente imposible evitar hacer comparaciones entre ambas. Pero su mayor diferencia se centra en que ya no son vampiros u hombres lobos los que rondan las páginas, sino ángeles y demonios.
Nora, la protagonista y narradora del libro, se siente atraída e intrigada por su misterioso compañero de curso Patch, un chico lleno de secretos, muchos de ellos relacionados con ella.
Hasta allí todo pinta más o menos bien, pero las cosas se complican realmente cuando Nora descubre que su Romeo motorizado es en realidad un ángel a quien despojaron de sus alas, condenado a vivir en la Tierra entre los humanos, sin ser del todo como los mortales.
Y como toda buena historia de amor imposible, también hay quienes se oponen a esta relación, ya sea por celos, venganza o por considerarlo inadecuado. Eso sin contar con los sacrificios que deberán hacer Patch y Nora para tratar de mantener a salvo a los que aman.
La saga consta de cuatro libros (Hush Hush, Crescendo, Silence, Finale) y en cada uno se irán descubriendo verdades, motivos y secretos, así como drásticos giros en una historia que pensamos conocer al terminar la primera obra.
Algo que llamó mi atención – en comparación con los demás títulos juveniles que he leído – es la alta tensión sexual que existe entre los personajes. Ahora bien, no estoy diciendo que sea una versión juvenil de las entregas literarias de E.L. James (Fifty Shades of Grey), pero digamos que Patch al ser incapaz de sentir dolor o los besos de Nora, tiene una muy particular forma de expresar su afecto por la chica.
En general, los libros cumplen con lo prometido por este tipo de literatura. No trata de profundizar o romper paradigmas en el tema de los ángeles, demonios o nefelismos, ni se escapa de los parámetros a los cuales estamos acostumbrados a leer en cuanto a relaciones sobrenaturales adolescentes. Pero sentí a los personajes principales un poco más maduros (por lo menos en los primeros libros y en lo que cabe teniendo en cuenta la edad de los protagonistas) y un Patch que parece divertirse siendo “el malo” de la historia, en vez de renegar todo el tiempo de su naturaleza.
Romance, acción y misterio es lo que pueden encontrar en estos libros, cuya popularidad es tanta, que pronto se espera su adaptación a la gran pantalla.
